“Aprendimos mucho sobre este virus el año y medio pasado. Sabemos que cuando los niños y adolescentes se infectan, tienen a presentar síntomas moderados o ningún síntoma pero la Covid 19 puede provocar enfermedad graves que requieran hospitalización -igual que en los adultos- cuando se trata de niños con enfermedades subyacentes como diabetes u obesidad”, dijo la sanitarista en la habitual sesión informativa de los miércoles.

No obstante aclaró que si bien “los niños de menor edad tienen menor probabilidad de contagiar el virus a otros”, esto va cambiando a medida que la edad sube “y los jóvenes tienen la misma probabilidad de contagiar que los adultos”.

En ese sentido, Etienne informó que el año pasado hubo más de 1,5 de millones de niños y adolescentes con Covid-19 en la región, y en lo que va de 2021 las infecciones suman más de 1.9 millones.

“Y a media que hay un mayor número de vacunados adultos, los niños que aún no reúnen las condiciones para recibir la vacuna, representan un porcentaje mayor de hospitalizaciones por Covid e incluso de muerte”, dijo.

“Así que dejémoslo en claro: los niños y los jóvenes también se enfrentan a un riesgo importante de enfermedad por la Covid-19, pero la pandemia también está afectando la salud de los niños de otras maneras”, agregó.

Apuntalando esta idea, Etienne argumentó que “los niños de nuestra región están perdiendo sus controles anuales así como las vacunaciones sistemáticas debido a las perturbaciones generalizadas en los servicios sanitarias” como consecuencia de la pandemia.

“Además, la mitad de los jóvenes han vivido situaciones de mayor estrés y ansiedad durante la pandemia mientras los servicios de salud mental y apoyo siguen estando fuera del alcance de muchos. Y los servicios de salud reproductiva y sexual siguen estando perturbados en más de la mitad de los países de la región, lo que ha llevado a uno delos más grandes aumentos en el número de embarazo adolescente que hemos visto en la última década” agregó.

La funcionaria explicó que más allá de los riesgos concretos que representa para la salud de NNYA, “el virus tiene consecuencias indirectas que obstaculizan el crecimiento y el desarrollo”, dado que, por un lado, “los confinamientos y los problemas económicas han aumentado el riesgo de violencia” el interior de los hogares y, por otro, “nuestros niños han perdido más días de escolaridad que ninguna otra región”.

“Al comienzo de esta pandemia, el virus tenía una incidencia desproporcionada en las personas de edad avanzada y como resultado demasiados niños y jóvenes aún no creen que se encuentran en una situación vulnerable y debemos modificar esto”, dijo.

“Es importante que los NNYA comprendan el riesgo que tienen de enfermarse y la función que desempeñan en la prevención del contagio de la Covid-19, por eso los países necesitan formular campañas de comunicación que específicamente estén dirigidas a ellos”, agregó.

Estas iniciativas deben contemplar “las inquietudes” y “necesidades” tanto de los niños como de sus padres, y ser formulados en “lenguajes que se entiendan y en plataformas que ellos conocen, como las redes sociales”.

Por otro lado, Etienne informó que “el 30% de las personas de la región han recibido ya la vacunación completa contra la Covid 19”, al tiempo que advirtió que se está profundizando la “inequidad vacunal” y “queda mucho por hacer para llegar a todos los que necesitan una vacuna”.

“Hemos llegado a un nuevo hito de la cobertura de vacunación e incluso varios país han vacunado el 50% de sus poblaciones elegibles, pero también sabemos que la cobertura sigue siendo mucho más baja en muchos países: solo 5% en Jamaica, menos del 4% Nicaragua y menos del 1% en Haití”, dijo.

En ese sentido, exhortó a los países que tienen excedente de vacunas a compartirlas con sus vecinos más pobres antes que utilizarlas como dosis de refuerzo.