Las interrupciones del sueño exacerban la aterosclerosis y pueden aumentar el riesgo de accidente cerebrovascular a través de un efecto sobre las vías inflamatorias, de acuerdo a un nuevo estudio de la Universidad de California en Berkeley.

Los resultados de este trabajo, publicados en la revista “Plos Biology” y reproducidos por Europa Press, proporcionan un mecanismo para explicar la observación de larga data de que dormir mal aumenta el riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular. 

En la investigación, los autores midieron la interrupción del sueño a través de una polisomnografía y un detector de movimiento simple usado en la muñeca durante varias noches. Además, hicieron recuentos de células sanguíneas estándar para medir los niveles de neutrófilos y monocitos, dos tipos de glóbulos blancos responsables de impulsar las vías inflamatorias.

De esta forma descubrieron que la fragmentación del sueño incrementaba los neutrófilos, así como también la cantidad de calcio en las arterias coronarias, un síntoma patológico de la aterosclerosis. Esto se mantuvo incluso después de tener en cuenta los múltiples contribuyentes conocidos a la enfermedad arterial, incluidos la edad, el sexo, el origen étnico, el índice de masa corporal, el tabaquismo, la presión arterial y otros factores.

“Mejorar el sueño puede ofrecer una nueva forma de reducir la inflamación y, por lo tanto, reducir el riesgo de aterosclerosis”, señalaron los autores del trabajo y agregaron: “Estos hallazgos pueden ayudar a informar las pautas de salud pública que buscan aumentar la continuidad del sueño como una forma de mejorar la salud y disminuir la carga de enfermedad cardíaca en la sociedad”.