Si bien puede presentarse a cualquier edad, el Síndrome Urémico Hemolítico (SUH) es una enfermedad grave que suele afectar principalmente a niños menores de 5 años. Se trata de una afección que constituye la principal causa de insuficiencia renal aguda en la infancia en Argentina.
Síndrome Urémico Hemolítico
La enfermedad consta de una destrucción de glóbulos rojos (anemia hemolítica), descenso de plaquetas (trombocitopenia) y fallo en la función real. La combinación de estos factores puede generar complicaciones que no sólo afectan a los riñones sino a otros órganos indispensables, como los del sistema nervioso central.
Por todo ello, el rol de la prevención resulta clave y se trata de acceder a una correcta manipulación de los alimentos así como la importancia del lavado de manos.
La situación en Argentina
En el país, se trata de una enfermedad de notificación obligatoria. La detección temprana y la atención adecuada permiten una recuperación en la mayoría de los casos, aunque pueden persistir secuelas. Informarse, actuar a tiempo y adoptar medidas de prevención cotidianas son herramientas fundamentales para cuidar la salud, especialmente de los más chicos.
“La mayoría de los casos registrados en el país son provocados por una cepa de la bacteria Escherichia coli productora de toxina Shiga (especialmente la E. coli O157:H7). Esta toxina daña los vasos sanguíneos, en particular los del riñón, lo que desencadena el cuadro clínico", explican expertos.
Además, añaden: "La infección se transmite a través del consumo de carne mal cocida, sobre todo picada, productos lácteos o jugos sin pasteurizar, frutas y verduras contaminadas, agua no segura o por una higiene deficiente de manos, utensilios y superficies. También es frecuente la transmisión de persona a persona entre niños, especialmente en espacios como guarderías o jardines”.
Los síntomas
Generalmente, la sintomatología comienza con una diarrea acuosa que puede ser expulsada además con sangre, pudiendo sumarse además vómitos, dolor abdominal, decaimiento, fiebre leve o ausente, palidez progresiva, disminución del volumen urinario, cambios en el estado anímico (irritabilidad) o somnolencia. En casos más graves, también pueden desencadenarse convulsiones o trastornos neurológicos. Frente a cualquiera de estos síntomas, es clave consultar rápidamente con un profesional de la salud.
El diagnóstico del SUH se realiza a través de estudios de sangre, que permiten detectar anemia y descenso de plaquetas, y análisis de función renal que evalúan niveles de urea y creatinina. También se solicita un coprocultivo para identificar la presencia de la bacteria. "Si bien no existe un tratamiento específico, el abordaje incluye internación, control estricto de la función renal, hidratación intravenosa, y en casos severos, transfusiones o diálisis”, explicaron.
Asimismo, niños pequeños, adultos mayores y personas con inmunocompromiso constituyen los grupos de mayor riesgo. Por este motivo la prevención es clave.
Prevención
-Cocinar completamente las carnes.
-Evitar proporcionar carne picada en cualquier presentación a menores de 5 años.
-Evitar productos no pasteurizados.
-Higienizar correctamente frutas, verduras, utensilios y superficies.
-Lavarse las manos frecuentemente, sobre todo luego de ir al baño, cambiar pañales o tener contacto con animales.
Fuente: NA.



