El sibo es un trastorno digestivo que se ocasiona a raíz de un sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado y, como consecuencia, se generan síntomas como hinchazón abdominal o dolor en dicha zona. Las redes sociales se han hecho eco de este mal, a raíz de la afección de distintos influencers y celebridades. Sin embargo, especialistas advierten realizar consultas y evitar autodiagnósticos para no confundirse con otras patologías.

Sibo

La presencia anómala y excesiva de microorganismos en el intestino delgado es lo que caracteriza a esta enfermedad, cuya sigla en inglés remiten a "sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado". En este aspecto, se produce hidrógeno en exceso en este segmento del aparato digestivo, ya que los carbohidratos que digieren generan fermentación.

Se trata de una patología que puede mermar la calidad de vida por los molestos síntomas, sobre todo si no se diagnostica o no se trata de manera adecuada. Se trata de una patología más común en mujeres que en hombres y sobre todo en población joven. Muchas chicas a través de redes sociales están asociando su malestar digestivo con el sibo y los expertos alertan del riesgo que supone un posible autodiagnóstico.

Expertos determinan que, lo más habitual, es que se tenga una microbiota más elevada en el intestino grueso y en el colon, pero que el intestino delgado tenga muchos menos microrganismos. Además, señalan que el sibo en población sana es poco frecuente ya que es una patología que generalmente es causada por otros problemas en la microbiota.

“Generalmente son otras patologías o situaciones patológicas las que pueden producir un aumento de microorganismos en el intestino delgado, que es lo que genera problemas y síntomas asociados a sibo, pero para ello tenemos que diagnosticarlo y tratarlo”, precisaron.

Y añadieron: “En nuestra flora, las bacterias que tenemos son fundamentales y esenciales para nuestro organismo. Estas bacterias que generalmente crecen y actúan en el intestino grueso, causan problemas si crecen en exceso en el intestino delgado, donde no deberían desarrollarse. Así se produce el sibo y todos los síntomas asociados al sibo”.

Síntomas

Los síntomas son muy variables y a ello se debe la complejidad de esta enfermedad y de su tratamiento. Los expertos coinciden en que los síntomas más habituales son la hinchazón y la distensión abdominal, los gases, la diarrea o, por el contrario, el estreñimiento.

También se le pueden asociar síntomas extraintestinales ya que el intestino se considera cómo un segundo cerebro y está demostrado que ambos órganos tienen conexión directa. Por ello muchas personas con esta patología sienten una especie de niebla mental, están más distraídos, más confusos y más cansados debido también al agotamiento que produce algunos de sus síntomas principales como la diarrea.

No se da en un rango de edad en concreto y puede afectar en cualquier momento de la vida y en cualquier circunstancia. Es más común en mujeres, pero también el sibo lo pueden sufrir los hombres.

Diagnóstico y tratamiento

Cuando hay una sospecha de sibo los expertos realizan el test del aliento que mide los gases que las propias bacterias degradan de forma normal. Se trata del test de lactulosa. Lo que se mide generalmente es el metano, pero sobre todo el hidrógeno.

Para hacerlo, se da una especie de azúcar por la boca y se mide el hidrógeno en el aire espirado y se calcula cuánto tiempo tarda ese azúcar en llegar al colon. Si ese hidrógeno en el aire espirado aparece antes de tiempo, se asume que hay bacterias en el intestino delgado pero no tiene porque ser así.

Lo que ocurre es que ese azúcar puede tardar más tiempo en llegar al colon en una persona que tiene un problema digestivo como el estreñimiento, o que tarde menos en una persona que tenga diarrea.

Por eso, el test falla casi en el 50% de las pruebas que se realizan porque realmente lo que están midiendo son las bacterias del intestino grueso, que son las normales y las que tienen todas las personas y no tanto las del intestino delgado

El tratamiento general son antibióticos que se absorben en mínimas cantidades, es decir, que prácticamente actúan solo en el intestino. También hay profesionales que recomiendan un probiótico.

Profundizar en el diagnóstico

Los expertos sostienen que el sibo suele ser la señal de alerta de otro problema digestivo previo y causante de ese crecimiento anómalo de bacterias en el intestino grueso. El sibo esta íntimamente relacionado con otras patologías digestivas como las intolerancias y, sobre todo, con el Síndrome del Intestino Irritable (SII). De hecho, las personas con síndrome de intestino irritable pueden desarrollar sibo con el tiempo.

Además, el sibo comparte muchos síntomas con las enfermedades inflamatorias intestinales y otros problemas digestivos e intolerancias. Los especialistas coinciden en que lo principal es acudir a un profesional cuando aparecen las molestias para que busque las posibles causas a ese sobrecrecimiento bacteriano y determine un diagnóstico descartando otro.

 

Fuente: EFE Salud.