La Comisión Europea busca imponer la existencia de un cargador universal para smartphones y dispositivos móviles, una iniciativa que encuentra la feroz oposición del gigante estadounidense Apple, que defiende la exclusividad para su modelo iPhone.

"El USB-C se convertirá en el puerto estándar para todos los teléfonos inteligentes, tabletas, cámaras, auriculares, parlantes Bluetooth y consolas portátiles de videojuegos", anunció la Comisión Europea en un comunicado oficial.

"Los consumidores europeos ya han estado frustrados bastante tiempo con los cargadores incompatibles que se acumulan en sus cajones", dijo Margrethe Vestager, vicepresidenta de la Comisión, al lanzar la propuesta.

Vestager consideró que las empresas que se verán afectadas por la medida contaron con "abundante tiempo para desarrollar soluciones propias".

En la última década, las disposiciones europeas lograron reducir de treinta a tres los tipos de cargadores. Con esta propuesta, las autoridades del Viejo Continente buscan reducir la huella ambiental que generan la producción y acumulación de cargadores.

El comisionado de mercados internos de la Unión Europea, Thierry Breton, en conferencia de prensa en Bruselas el 23 de septiembre.

El desarrollo de un cargador universal comenzó a ser abordado en 2009 con un acuerdo voluntario con los principales representantes del sector, lo que permitió reducir en gran medida la cantidad de cargadores en el mercado. En 2018 los fabricantes presentaron una propuesta que no fue aprobada por las autoridades europeas, y desde entonces no se pudo establecer un modelo con un estándar unificado de común acuerdo.

Actualmente, la mayoría de los smartphones y tabletas utilizan tres puertos de carga: micro-USB, que tienen la mayoría de los teléfonos, el puerto USB-C, una conexión más reciente, y el sistema Lightning, de Apple.

Apple comenzó recientemente a utilizar el formato USB-C en algunos dispositivos, pero su producto estrella, el iPhone, utiliza un cargador con puerto específico para su sistema.

Los europeos gastan 2400 millones de euros al año para comprar cargadores de forma independiente a los dispositivos.

Las propuestas de la Comisión Europea para la adopción de un único puerto de carga se resumen en los siguientes puntos:

  • El estándar elegido es el USB-C, una norma que permitirá a los consumidores cargar sus dispositivos con un mismo cargador, sin depender de la marca del fabricante
  • Se deberá acordar una tecnología de carga rápida para evitar que las compañías limiten de forma injustificada la velocidad de carga
  • Fomentar la venta por separado de cargadores y dispositivos electrónicos, para evitar la compra no deseada de este accesorio, algo que fabricantes como Apple y Samsung comenzaron a implementar en las cajas de algunos modelos de teléfonos
  • Más información a los usuarios para conocer la potencia requerida por el dispositivo y si admite la función de carga rápida


Tras la aprobación de estas propuestas, las compañías tecnológicas contarán con un período de transición de 24 meses para que puedan adaptarse al uso de un cargador único con puerto USB-C.

Panorama actual


Según la Comisión Europea, el año pasado se vendieron unos 420 millones de teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos en la Unión Europea. De esta forma, los consumidores tienen unos tres cargadores, de los cuales solo usan dos de forma cotidiana, y el 38 por ciento señala que tuvieron problemas de compatibilidad al momento de cargar las baterías de sus equipos.

A su vez, el reporte señala que los europeos gastan 2400 millones de euros al año para comprar cargadores de forma independiente a los dispositivos. Por su parte, los cargadores eliminados o reemplazados representan unas 11.000 toneladas anuales de residuos electrónicos.

La propuesta podrá tener un efecto transformador en la industria, ya que la Unión Europea (UE) representa un mercado de 450 millones de consumidores.