Se terminó eso de llegar a la peluquería y pedir que te hagan las mechas o que te retoquen las raíces. Ahora todo estilista debe saber aplicarte un buen “hair contouring”, que viene a ser algo así como un cortoneado de rostro a través de la coloración del cabello.

Y es que, cuando ya creíamos saberlo todo sobre el “contouring”, el diccionario de belleza se amplía para incluir este concepto en el que las luces y las sombras las aporta la coloración del pelo, y no el maquillaje. ¿Cómo? Jugando con tonos claros, medios y oscuros a lo largo de todo el cabello, teniendo siempre en cuenta el corte de la cara.

 

Se recomienda que se usen máximo 4 colores de tonalidad por arriba o por abajo de tu color original de cabello, para que así se vea una coloración natural. El uso de tonos más oscuros crea sombras que ayudan a lograr un rostro más delgado o corto, mientras que los tonos claros crean la ilusión de tener un rostro más largo o ancho, gracias a la iluminación y luz.

 

Hair contouring para cada tipo de cara

1- Cara redonda

 

Si la forma de tu cara es redonda sabrás que su estructura ósea es más fuerte. Marcá las luces en la raíz, de oreja a oreja. Que abajo quede ligeramente más oscuro. Esto hará que tu rostro luzca alargado y delicado.

 

2- Cara ovalada

 

Tener este tipo de rostro es como tener un cuerpo unitalla, todos los estilos le van bien. Hacé luces por todo el pelo para que tus facciones resalten más.

 

3- Cara alargada

 

Este tipo de cara es algo rectangular, dejá que tu raíz se vea más oscura y que se vaya aclarando conforme llega a las puntas. Este efecto adelgazará tus facciones.

 

4- Cara cuadrada

 

Para hacer las facciones más suaves deberás hacerte luces desde las orejas hacia abajo. Los pómulos se enmarcarán más.

 

5- Cara corazón

 

Solo tendrás que suavizar la parte de la mandíbula para obtener un efecto más ovalado. Aclará el pelo en la parte de abajo con la técnica de balayage.

 

¡Animate a cambiar!