La Municipalidad de Rosario terminó de acordar ayer con la empresa Aldic una solución al complejo Torre Shopping, un desarrollo inmobiliario que se levantó en la esquina de bulevar Rondeau y JB Justo con mucha polémica por infracciones a las normas de construcción y hasta denuncias de los inversores por cambios no previstos en el proyecto. El entendimiento, que ahora deberá rubricar el Concejo, permitirá la habilitación del hotel y cubrirá el pago por contingencias judiciales si prosperan las denuncias de los inversores.

La historia es la siguiente. En 2010 Aldic, desarrolladora de los barrios abiertos Tierra de Sueños en Roldán, anunció la construcción de un condo hotel de 25 pisos que arrancó en obras en 2011. Unos 240 departamentos, 100 cocheras, 10 locales comerciales en planta baja, una sala de conferencia, microcine, restaurante, spa, gimnasio, pileta, quincho, solarium, guardería para niños y un bar giratorio en su último piso eran algunas de las amenidades con las que iba a contar el edificio que está en la intersección Rondeau y Avenida Alberdi.

Ya desde el inicio de la construcción hubo fuertes polémicas por la excepción que consiguió de la gestión socialista para construir a una altura dos veces mayor a la permitida en la vistosa esquina. Una excepción, que no pasó por el Concejo, y que -ante las denuncias judiciales- hizo correr cabezas en las Dirección de Obras Particulares. Pero también se detectaron otras infracciones durante la construcción.

Pero el edilicio no fue el único conflicto. A una década de empezada la construcción y por la falta de conclusión de las obras, los casi 200 inversores que aportaron al fideicomiso de viviendas empezaron a tomar temperatura porque nunca pudieron acceder a los departamentos, tanto para irse a vivir o buscarle una renta. Fue ahí que Aldic cambió el proyecto y en vez de combinar viviendas y un condo hotel, como estaba previsto, acordó con la cadena hotelera Accor (marca Mercure) que pase a explotar el inmueble.

Como resarcimiento, Aldic empezó a ofrecer a los inversores que se adherían al cambio (suscribiendo un nuevo fideicomiso, pero ya no de viviendas) un porcentaje de ganancias que deje el hotel o terrenos de sus loteos. Fue así que hubo inversores que suscribieron el cambio, algunos que lo supeditaron a que el desarrollador tenga todas las habilitaciones al día y una docenta que se negaron, algunos reclamando incluso en instancias judiciales.

Ante el nuevo conflicto, el intendente Pablo Javkin advirtió a Aldic que no le habilitaría el hotel hasta que no resuelva la situación con sus inversores. Conseguir esa habilitación era clave para Aldic porque sin ella el hotel no podìa abrir las puertas y empezar a generar ingresos. No así con el final de obra, ya que el hotel puede funcionar un tiempo sin tenerlo.

El acuerdo

Luego de largas conversaciones, la semana pasada se avanzó en un entendimiento entre la Municipalidad y la desarrolladora que terminó de acordarse el lunes por la tarde con la firma de las partes. El propio Javkin monitoreó bien de cerca las negociaciones. ¿Cómo fue el acuerdo alcanzado?

En líneas generales, se resolvió armar un fideicomiso, administrado por la fiduciaria del Banco Municipal (BMR Mandatos), en el que Aldic dejará depositado una caución que a precios de hoy equivale a unos $12 millones que queden como resguardo en caso de que las denuncias judiciales de los inversores en contra los desarrolladores prosperen.

¿Cómo se llegó a ese monto? Se encargó una auditoría en el que se categorizaron los pleitos entre los que tenían sentencia, los que estaban en trámite y los ahorristas que sólo intimaron. En total hubo 9 inversores en las tres categorías, y en base a lo que costó la primera sentencia en firme se hizo un estimativo de lo que podría salir para Aldic si todos los casos terminaran en su contra y se llegó al número de $12 millones.

Una vez constituido el fideicomiso e integradas la garantía, la Municipalidad habilitará la actividad del hotel Mercure, que ya está listo. Además, se le cobrarán fuertes multas a la desarrolladora por las infracciones en la construcción para obtener el final de obra.

En rigor, la mayorìa de los inversores ya adhirió al cambio y de los que no lo habían hecho esperaban la resolución del conflicto, por lo que ahora que se va a habilitar el hotel (y empezarán a ser parte de las ganancias que genere), se espera que se sumen. 

El acuerdo, necesitará la aprobación del Concejo, y el expediente llegará al Palacio Vasallo en las próximas horas. Y si bien no se descarta fuertes declaraciones contra Aldic y la gestión que le permitió construir con tanta altura, en el Palacio de los Leones estiman que habrá consenso en que se trató del mejor acuerdo posible para destrabar el conflicto.

Es que el foco de la gestión de Javkin estuvo puesto en solucionar el conflicto de más de 10 años de manera favorable para los inversores (tanto los que aceptaron el cambio y lo que lo resisten en la Justicia) y para la ciudad, que se vería beneficiada por la apertura de un nuevo hotel de importancia y de una cadena líder.

No obstante, habrá que ver si la oposición en el Concejo también aprovecha para reabrir el debate sobre cómo logró Aldic durante la gestión del socialismo la autorización para construir el doble de la altura permitida (sin aval de los ediles) en la estratégica esquina.