El secretario de Finanzas de la Nación, Pablo Quirno, se refirió a la evolución del tipo de cambio en el contexto electoral y advirtió que la volatilidad persistirá, al menos, hasta las elecciones del 26 de octubre. No obstante, aseguró que el programa económico del presidente Javier Milei “es cada vez más difícil de voltear” y recalcó que en el Gobierno están preparados para afrontar turbulencias.

Durante su presentación en el marco del 46º Convención Anual del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (Iaef), que se llevó a cabo en el Hotel Llao Llao de Bariloche, el funcionario habló sobre las tensiones cambiarias que atraviesa el plan económico libertario y se refirió a la intervención del Tesoro en el mercado de divisas para contener el dólar.

Quirno, mano derecha del ministro de Economía Luis Caputo en materia de Finanzas, atribuyó los saltos en el dólar a los intentos de la oposición por afectar el plan económico oficial mediante la aprobación de leyes y la derogación de vetos presidenciales en el Congreso de la Nación.

Sostuvo que el país entró “en una psicosis bastante particular” debido a la “ansiedad” e “incertidumbre” que genera la etapa preelectoral rumbo a los comicios legislativos en los que el Gobierno medirá el respaldo a su modelo ante la oposición. A eso se le suma, según el funcionario, la presión ejercida por la oposición parlamentaria.

Pese a la volatilidad que registra el mercado, el funcionario le aseguró a los empresarios e inversores presentes que el Gobierno persigue “orden fiscal y equilibrio fiscal” como principios irrenunciables. “El orden macroeconómico lleva justamente a reducir el impuesto inflacionario, que es el más perverso y afecta a los más necesitados”, dijo al defender el plan económico.

En sintonía con lo expresado por la plana mayor del Gobierno, Quirno apuntó contra la oposición por los coletazos del tipo de cambio al mencionar la actividad parlamentaria como un intento de “vulnerar el equilibrio fiscal”. Sin embargo, recalcó que el Ejecutivo “siempre está preparado para vetar esas leyes” con el objetivo de que no haya déficit.

En ese sentido, explicó ante los ejecutivos de finanzas que el equipo económico estructuró el plan para “depender lo menos posible de terceros”, por lo que los objetivos fiscales clave no se ven condicionados por negociaciones parlamentarias. Por esa razón, aseguró, “el programa macroeconómico está cada vez más sólido”.

En otro momento de su presentación, se enfocó en el rol del Tesoro en el mercado de cambios y aseguró que no hubo intervención para fijar el tipo de cambio sino para “proveer liquidez y asegurar el normal funcionamiento” ante episodios de iliquidez que “distorsionan el valor real del dólar”. Además, negó que eso signifique una ruptura con el modelo de bandas cambiarias.

“El Tesoro puede hacerlo hoy porque no tiene déficit. Compró dólares en los últimos meses a $1.150 y $1.260, y ahora tiene la posibilidad de usarlos para garantizar estabilidad”, dijo para defender la nueva estrategia del Gobierno.