Las ventas en supermercados, valuadas a precios constantes de diciembre de 2016, cayeron 1,1% interanual en noviembre, según datos publicados este miércoles por el Indec. De esta manera, acumularon cuatro meses consecutivos con retrocesos aunque la pérdida se desaceleró en comparación con los tres períodos previos.

Según datos del organismo conducido por Marco Lavagna, la facturación a precios corrientes (que contempla el efecto de la inflación) alcanzó los $91.186 millones.

Tal como se observó desde que comenzó la pandemia de covid-19, las operaciones realizadas por los canales online crecieron muy por encima de las efectuadas de manera presencial (224,8% contra 29,8%), aunque las primeras todavía representaron un porcentaje pequeño de las operaciones totales.

En cuanto a los medios de pago, se verificó que las tarjetas de crédito registraron una desaceleración en su uso respecto de los meses anteriores aunque se mantuvieron como el instrumento más utilizado. Por el contrario, el uso de tarjetas de débito reflejó un mayor incremento anual que en octubre.

En la segmentación por tipo de artículo, se destacaron incrementos reales en las ventas de productos electrónicos y artículos para el hogar, de frutas y verduras y de productos de almacén que representaron, entre los tres rubros, casi el 40% del consumo total. Por el contrario, las principales contracciones se verificaron en los rubros alimentos preparados y rotisería, panadería, y artículos de limpieza y perfumería.

Mientras tanto, las ventas en los autoservicios mayoristas crecieron un 3,6% anual en noviembre y acumularon 14 meses consecutivos con subas. En estos establecimientos, casi la totalidad de las operaciones se realizaron de manera presencial y la mayoría se hizo con dinero en efectivo, aunque vienen ganando terreno la utilización de tarjetas.