La agroexportadora Vicentin presentó este lunes su renuncia indeclinable a la Bolsa de Comercio de Rosario muy molesta porque la entidad bursátil decidió iniciar un sumario interno para investigar la conducta de la empresa que protagonizó el mayor default de la historia del mercado de granos por 1,600 millones de dólares y que acumula denuncia penales por estafa y administración fraudulenta de sus principales acreedores financieros y comerciales.

En efecto, la Mesa Ejecutiva de la Bolsa decidió la semana pasada “la instrucción de sumario a la firma Vicentin S.A.I.C. asociada activa N°4499 a fin de investigar su comportamiento comercial, profesional y ético, y la posible comisión de conductas reprochables estatutaria o legalmente, de acuerdo a los considerandos expuestos". Entre los considerandos, la Bolsa apunta que la iniciación del sumario se debe a que se presentaron “diferentes causas penales ante la Fiscalía Regional de Rosario en las que la parte querellante habría solicitado que se investigue a los integrantes del Directorio de Vicentin S.A.I.C. presumiendo que pueden haberse cometido diversos delitos tales como presunta estafa en perjuicio de sus acreedores y presentación de balances falsos”.

Esa decisión de la Bolsa enojó a Vicentin, empresa que manejó el ritmo de la entidad bursátil en los últimos cuatro años cuando uno de sus accionista referentes, como Alberto Padoán (también procesado por la causa de los cuadernos de la corrupción K) fue presidente de la entidad. Incluso, la carta de renuncia lleva la firma de su apoderado en la Bolsa, Santiago Ramos, quien cuando estalló el default se tuvo que ir de la Cámara Arbitral de Cereales de Rosario, pese a que en principio sólo había pedido tomarse una licencia y a diferencia de otros ejecutivos de Vicentin que rápidamente optaron, como gesto al mercado, renunciar a los cargos institucionales que tenían.

Hubiera sido deseable que investigaran en forma previa a esta apresurada decisión, cuáles son los cuestionables intereses que guían a multitud de fantasiosos denunciantes que, con mayor repercusión en medios periodísticos antes que judiciales, claramente buscan sin disimulo obtener privilegios particulares que la ley les niega en el marco de la igualdad de acreedores que debe regir el concurso preventivo. Lamentablemente los Sres. Directores de la Bolsa parecen haber dado crédito a aquellos reclamos sin asumir respecto de ellos una actitud de prudencia o equidistancia”, señala la carta de Vicentin, que ejecutivos de esa empresa filtraron a Rosario3.

Simultáneamente, tampoco podemos dejar de destacar que muchos de los integrantes de aquél órgano ejecutivo reflejan un evidente conflicto de interés en el caso, que a la vez los obligaba a no embarcar a una institución señera como lo es la Bolsa de Comercio de Rosario, en contiendas particulares y ocasionales entre sus socios. Y ello es así, en razón de erigirse dichos directivos en accionistas de empresas que resultan ser acreedoras de mi representada e igualmente tener la intención de asumir el rol de acusadores en los procesos penales en trámite, circunstancia que sin dudas fortalece nuestro convencimiento en relación a la falta de objetividad de aquello en la toma de todas las decisiones pasadas y futuras que se adopten en lo concerniente al comportamiento de Vicentin”, asegura Vicentin

La carta de Vicentin a la Bolsa de Rosario


Todas esas acusaciones de Vicentin son un muy claro tiro por elevación a Grassi SA, uno de sus mayores acreedores comerciales y quien hace quince días presentó una denuncia penal muy contundente sobre las maniobras comerciales de la aceitera para argumentar su acusación por estafa. Precisamente, Grassi SA, que tiene a Hugo Grassi (h) como vicepresidente de la Bolsa, fue una de las principales organizadoras de la protesta de la semana pasada de acopiadores y productores que reclamaban una avance más firme de la convocatoria de acreedores y que no les pesifiquen sus acreencias para evitar la licuación de pasivos. En rigor, la firma Grassi se mostró siempre propensa al diálogo desde el inicio de la crisis acercando propuestas y tirando puentes con la firma, actitud que -aseguran- no les fue correspondida desde Vicentin. Es más, también colaboró con el gobierno provincial cuando se esbozó desde la Casa Gris un intento de salvataje, que tampoco prosperó. Recién hace 15 días, y luego de agotar todo intento de acuerdo, la histórica corredora líder del país fue a los Tribunales contra Vicentin.

La crisis de Vicentin estalló en el corazón de la Bolsa y le provocó un serio daño institucional. En efecto, a los 6 días de que Padoán terminara en 2019 su mandato (con aplausos de pie de algunos operadores y una foto abrazando a quien dejó como sucesor, el agente de Bolsa, Daniel Nasini) la agroexportadora protagonizó el default más grande de la historia del mercado. Y al directorio de la Bolsa, cuyos principales integrantes venían de acompañara a Padoán por años, le costó asimilar el golpe. No en vano, los dos principales acreedores de Vicentin -como ACA y Grassi SA- tenían a importantes ejecutivos en los principales cargos (vicepresidente y secretario) detrás de Padóan y en la conducción de Nasini que tomó la posta en la entidad bursátil. Ahora que la Bolsa se empezó a plantar contra la aceitera, por ejemplo con el inicio del sumario interno por irregularidades comerciales y éticas, Vicentin renuncia con una carta que hizo pública al enviarla a Rosario3.

Marcha de acopios y productores contra Vicentin. Fue la semana pasada

“La iniciación del sumario disciplinario por parte de esa institución, claramente contradice el mentado principio constitucional, causando a la sociedad que represento y a los miembros del directorio, gravamen irreparable que afecta su buen nombre y honor, pues no media en el caso comisión de ilícito penal de ninguna especie, y mucho menos inconducta comercial y/o profesional y/o ética, y/o afectación de disposiciones estatutarias y/o reglamentarias de esa entidad”, asegura finalmente Vicentin para argumentar su renuncia indeclinable a la Bolsa.