La gran campaña de Rosario Central en la Liga Profesional se sostiene a partir del invicto en el Gigante de Arroyito, donde ganó ocho partidos y empató dos. En cambio, de visitante le cuesta ganar, solo se impuso ante Huracán y obtuvo mejores resultados con línea de cinco defensores que con cuatro. El viernes volverá a jugar fuera de casa contra Barracas Central y al técnico Miguel Russo se le abre una incógnita: apostar al 5-3-2 y sacrificar a Lautaro Giaccone o buscarle la vuelta al sistema para mantener al juvenil entre los once. 

El mediocampista ofensivo de 22 años fue el más destacado –dos goles y dos asistencias– en la goleada frente a Instituto y su curva ascendente de rendimientos hace que para el DT sea cada vez más complicado dejarlo afuera del once titular, una situación que se da con cierta frecuencia cuando decide jugar con el esquema 5-3-2 en condición de visitante.

Giaccone suele ser la pieza de recambio para darle cabida en el equipo a un tercer zaguero central, lugar que siempre fue en esta temporada para Juan Cruz Komar. La estadística marca, además, que al equipo de Russo le fue marcadamente mejor fuera del Gigante con ese dibujo que con otro. Por eso, el desafío para el DT es doble.

Los números son contundentes: cada vez que jugó con cuatro defensores en condición de visitante, perdió. En cambio, con línea de cinco y tres zagueros centrales (Carlos Quintana, Juan Cruz Komar y Facundo Mallo) nunca se fue con las manos vacías. 

Con línea de cinco visitó a Tigre, Huracán, Newell’s, Atlético Tucumán y Vélez, con un saldo de una victoria (contra el Globo) y cuatro igualdades. Con cuatro defensores enfrentó a Lanús, Sarmiento, Talleres y Banfield. Fueron todas derrotas.

Ahora, los buenos rendimientos de Giaccone se mezclan con la estrategia y el armado táctico para el partido que viene, y lo dejan a Russo frente a distintas alternativas que deberá resolver para el viernes. Sostener al pibe de titular, sea cual sea el sistema elegido, o sentarlo en el banco de suplentes. 

Giaccone hizo dos de los cuatro goles en la goleada ante Instituto. (Alan Monzón/Rosario3)

Si el entrenador se inclina por darle continuidad entre los once y vuelve al 5-3-2 con el que mejores resultados obtuvo de visita, tendrá que quitar a otro de los jugadores ofensivos que también están en un nivel alto, o a uno de los volantes centrales y resignar marca en el medio. 

Por su presente, resulta improbable imaginar las salidas de Ignacio Malcorra o Jaminton Campaz, de manera que la alternativa se reduce a prescindir de Kevin Ortiz y Francis Mac Allister. 

Por ahora, Russo no mostró las cartas y recién en los próximos días empezará a definir el mejor equipo y sistema para tratar de cortar la mala racha de visitante, lo que le falta para terminar de despegar y recibirse de candidato en la Liga