El médico de Diego Maradona, Leopoldo Luque, echó luz este lunes a la noche sobre la preocupante e inesperada internación del astro en La Plata y diagnosticó cuestiones mayormente “anímicas” que repercutieron en su estado general.

"El cumpleaños 60 fue un factor anímico para Diego", dijo sobre la celebración del pasado viernes, donde recibió el cariño de muchísima gente pero alejado de algunos miembros de su familia.

"Esta semana tuvo un bajón. Lo vamos a dejar internado hasta optimizarlo. Él está bien, si quiere se para y se va. Pero (la internación) fue una decisión conjunta con Diego para mejorar algunos aspectos. No lo vi como me gustaría verlo", dijo el médico en un contacton con la prensa.

"Diego es un paciente con muchas presiones en su vida. Hay que ayudarlo", pidió Luque, que aclaró que de momento “no se lo va a trasladar a ningún lado".

En otro orden aclaró: "Desmiento categóricamente una recaída de cualquier cuadro en adicciones. No estaría en esta clínica".

Maradona ingresó más temprano al Instituto Médico Platense para realizarse chequeos. También se descartó en un principio un contagio de coronavirus, a pesar que el entrenador de Gimnasia estuvo aislado días atrás por un contacto estrecho suyo que había dado positivo.

El Diez atraviesa problemas crónicos para conciliar el sueño, para lo que toma medicación. Además, sufre de hipertensión y arrastra problemas de muchos años en una de sus rodillas, donde tiene una prótesis que a menudo le aqueja.