Este miércoles hubo reunión en Gobernación entre miembros del Ministerio de Seguridad provincial, personal de la Municipalidad y jefes policiales con algunos directivos de Rosario Central que estuvieron en la conformación de la lista de personas habilitadas para ingresar a la cancha en el encuentro entre San Lorenzo y el Canalla.

No participaron del cónclave el presidente Rodolfo Di Polina ni el vice primero Ricardo Carloni porque ninguno de los dos estuvo involucrado en la conformación de los nombres y tampoco estaban enterados de la maniobra realizada por el vocal que hizo quedar mal a la institución, queriendo hacer ingresar a dos personas con acceso prohibido por el derecho de admisión a estadios hasta el 2023.

En la reunión, anunciada el martes por este medio, fue apercibido el club por parte de las autoridades presentes y quedaron en investigar sobre este hecho para que no se repita.

A su vez, comenzaron a trabajar sobre el encuentro que se llevará a cabo en el Gigante el próximo domingo cuando el conjunto de Cristian González reciba a Banfield para evitar cualquier tipo de situación que comprometa la seguridad del cotejo.

Internamente entre los principales dirigentes canallas despertó un gran malestar porque estos hechos no pueden ocurrir y llamaron a una reunión para saber quién fue el irresponsable que tomó esta decisión y ver qué medidas tomar con ese directivo: si lo sancionaban o le pedían la renuncia, según informó una fuente del club.