Por la segunda fecha de la zona A de la fase Complementación, Rosario Central y Unión empataron 2 a 2 en el Gigante de Arroyito. Fue un encuentro parejo, cambiante, atractivo y abierto hasta el final en el que el auriazul dejó dudas que parecía haber disipado con la goleada a Patronato.

Los goles del duelo: a los 5', Gastón González puso el primero para la visita; a los 21', Matías Nani en contra estableció el 1-1; en el mismo período, pero a los 38', Alan Marinelli marcó el segundo; y ya a los 36' del segundo tiempo, Javier Cabrera cerró el 2-2.

El rendimiento del Canalla desmejoró notablemente en relación a lo visto ante Patronato. Pese a haber sumado una unidad, volvieron a sobrevolar incógnitas sobre el rendimiento individual y colectivo que la goleada ante los entrerrianos pareció maquillar. Encima, Emiliano Vecchio jugó dolorido y no pudo tomar la batuta del equipo como siempre. 

Empezó perdiendo temprano Central: a los 5', la defensa auriazul salió mal parada y en el comienzo sufrió una descoordinación en retroceso que no le permitió detener una corrida de 40 metros del juvenil González, autor de un golazo.


Sin embargo, el local lo emparejó cuando pudo adueñarse de la pelota e imprimir velocidad al traslado en ataque por las bandas. Así llegó el empate: a los 21', tras un centro desde la derecha, Matías Nani marcó en su propia puerta. Haciendo poco, la formación centralista puso todo como al principio.


Al rato, un remate lejano de Fabián Rinaudo fue mal rechazado por el arquero Moyano y el rebote fue capitalizado por Alan Marinelli, que mandó al fondo del arco el balón, gritó el tercero en dos partidos y le dio la ventaja al Canalla. Así se fueron a descanso.

Ya en el complemento, Central no supo hacer pesar la diferencia en el marcador y nunca dio la sensación de tenerlo controlado. No pudo exhibir la verticalidad y ferocidad ofensiva que había mostrado el fin de semana pasado. Y a diez minutos del pitazo final, Cabrera volvió a poner el pleito 2-2 con un remate externo que Romero no pudo sacar, a pesar de que pareció una pelota "sacable" a pesar de la potencia. Iban 36 minutos y el choque otra vez volvía a tablas.

De allí al final, cualquiera pudo haberlo ganado aunque en realidad hicieron más méritos para perderlo. Ambos defendieron mal, pero no hallaron la manera de vulnerar al portero adversario sobre todo por su falta de jerarquía en ofensiva. 

Así acabaron sellando una igualdad que a Unión le sirvió para cortar su caída libre, pero que a Central le dejó el sinsabor de no haber podido mantenerse en la cima. Y lo llenó de preguntas sobre el futuro de este plantel y del andar en este certamen.