El gobierno de Santa Fe dispuso una recompensa de 10 millones de pesos para quien aporte información relevante que ayude a esclarecer la muerte del adolescente Giovani Mvogo, ocurrida el 28 de noviembre de 2024 en el Parque España, en Rosario. A un año del hecho, no hay hasta ahora elementos que confirmen o descarten la posibilidad de un suicidio, pero tampoco de un homicidio.
El chico de 17 años, hijo de un migrante llegado desde Camerún en 2004 y de una madre argentina que vive en Santiago del Estero, tenía un fuerte golpe en la cabeza y su cuerpo quedó tendido sobre un charco de sangre. Según el acta de defunción, sufrió un “politraumatismo grave por una caída”, pero el documento oficial “ignora” los detalles de lo ocurrido.
En un principio, el personal policial que acudió al lugar, las inmediaciones de Salta y Av. del Huerto, barajó la muerte como “suicidio” y por eso no fue publicada en los medios de comunicación ese día ni el siguiente, hasta que el caso cobró relevancia por el reclamo de familiares y amigos. Al encarar las tareas de rigor como un suicidio, no hubo gabinete que preservara la escena, que buscara rastros en el lugar ni tampoco se tomaron muestras biológicas debajo de las uñas del joven, dijeron a este medio familiares del chico. Las falencias y huecos de la investigación, como la insólita falta de grabaciones de cámaras de seguridad y el misterio del celular de la víctima, fueron detalladas por Rosario3 en una serie de notas del periodista Ricardo Robins.
“No hemos detectado al día de la fecha ningún indicio —ninguno— que nos permita inferir como verosímil que el joven haya decidido matarse; todo lo contrario”, indicaron en julio desde el Centro de Acceso a la Justicia (CAJ), que asesora y brinda patrocinio jurídico a la mamá y al papá de Giovani.
En agosto, peritos realizaron la reconstrucción de la muerte de Giovani en las escalinatas del Parque España. Usaron un maniquí para simular posibles caídas y estudiar cómo se produjeron algunas lesiones. Registraron todo con fotos, videos y un dron para replicarlo luego en un modelo digital.
Si bien la reconstrucción no reemplaza algunas medidas que no fueron realizadas en su momento —no se tomaron muestras de ADN debajo de las uñas lesionadas de Giovani ni se analizaron las ropas, entre otros puntos—, era una medida que reclamaba hace meses la familia y los abogados del CAJ.
En tanto, los padres de Gio y sus abogados recopilaron huecos sin explicación en el relato oficial y enumeran una serie de irregularidades desde el inicio de la investigación.
Esas falencias no terminan de construir una nueva hipótesis clara, al menos una que tenga elementos concluyentes que la validen. Pero, a un año de la muerte violenta, el caso desnuda una deuda en el accionar de los organismos encargados de explicar qué pasó.
Ahora, a solicitud de la fiscalía, la provincia fijó una recompensa para quien aporte datos que esclarezcan qué ocurrió esa madrugada en el Parque España.



