Con la intensa lluvia de este lunes en Rosario y la región, muchos pensaban que el agua del río Paraná iba a empezar a subir y que los problemas que generó la histórica bajante iban a empezar a solucionarse. Sin embargo, los especialista aseguran que “estas lluvias no sirven” y que “hasta que no llueva en Brasil” los inconvenientes van a continuar en todo el litoral argentino. Por ejemplo, en las guarderías que están sobre el arroyo Ludueña la mayoría de las embarcaciones están “sobre tierra” porque la altura del agua no supera el metro.

A pesar de las precipitaciones importantes de este lunes, los problemas por la histórica bajante del río Paraná continúan y se hacen cada vez más evidentes. Este panorama afecta la actividad deportiva, comercial y la navegación en general.

Las guarderías náuticas están con muchos problemas desde hace muchas semanas, sobre todo las que están ubicadas en el arroyo Ludueña, donde la altura del agua no supera el metro en la desembocadura y no pasa de los 30 centímetros en otros sectores.

“La mayoría de las embarcaciones ya están sobre tierra directamente; la profundidad del arroyo acá en la guardería es de 30 centímetros como máximo y en la desembocadura no superan el metro”, describió el propietario de una de las guarderías, en declaraciones al programa A Diario (Radio 2).

Agregó que “nadie puede salir a navegar; ni para divertirse ni para trabajar, como por ejemplo la gente del Embudo que tiene un emprendimiento grastronómico ahí, que no pueden llevar la mercadería”.

El hombre, con mucha experiencia en el río, afirmó que “no sirven de mucho estas lluvias en Rosario, Santa Fe o Paraná; lo interesante sería que llueva en Brasil”. Y advirtió que “hasta que no llueva en Brasil, y las represas brasileñas empiecen a largar agua, no vamos a tener agua”.