Los casos de dengue aumentan día a día tanto en el país como en Rosario, en particular. A escasas horas de que se produzca el denominado “punto de corte” en las estadísticas relacionadas con la enfermedad, el secretario de Salud de la Municipalidad, Leonardo Caruana, anticipó que “el crecimiento será importante”.

“Venimos con un crecimiento importante en el número de casos, tanto en el país como en la provincia y la ciudad de Rosario. Hace un mes registrábamos casos con antecedentes de viajes y ahora son autóctonos. A fines de la semana pasada, confirmábamos más de 700 casos y seguramente estaremos ampliando esa cifra en las próximas 24 o 48 horas cuando tengamos las cifras reales luego del punto de corte de esta noche”, explicó el funcionario a Rosario3.

En ese marco, Caruana remarcó la importancia de las medidas preventivas y la consulta inmediata a los centros de salud, si se detectan síntomas de la enfermedad.

“Más allá del número, los casos aumentan, están distribuidos en toda la ciudad, y por eso es importante el autocuidado, el uso de repelentes, la eliminación de todos los lugares donde se haya acumulado agua limpia (porque ese es el lugar de multiplicación del mosquito) y, en especial, ante la presencia de síntomas compatibles como: dolores musculares intensos, dolores osteoarticulares, más fiebre no acompañada de síntomas respiratorios, hay que concurrir al centro de salud donde cada uno se atiende habitualmente y mantener aislamiento preventivo”.

El responsable local de Salud aseguró que se está trabajando en todas las áreas municipales para llevar adelante intervenciones integrales preventivas que complementen lo que puedan hacer vecinas y vecinos de Rosario.

Diferencias entre mosquitos comunes y los del dengue

 

El mosquito del dengue y el mosquito común son de diferentes familias. Mientras que el primero es el Aedes aegypti, al segundo se lo conoce como Culex quinquefasciatus.

Es posible identificarlos tanto durante el vuelo, “en acción”, como en reposo. Los colores son diferentes. El mosquito común tiene una coloración marrón uniforme y el Aedes aegypti posee un cuerpo negro con rayas blancas. El tamaño también: el primero mide de 3 a 4 milímetros, mientras que el segundo unos 5 a 7 milímetros.

Las características y hábitos de vuelo de ambos también son diferentes. Mientras que el mosquito común tiene un vuelo más lento y ruidoso (generando un zumbido), el Aedes aegypti es más rápido y silencioso y generalmente ataca en el horario de 9 a 13. Los otros mosquitos, en general, actúan por la noche, a partir de las 18.

Otra diferencia está en la picadura. Los zancudos más conocidos dejan una pequeña roncha rojiza que causa picazón. El mosquito del dengue no deja marcas y no causa picazón. También vale recordar que el Aedes aegypti también es el transmisor de la fiebre chikungunya, la fiebre amarilla y el virus zica.

Ambos ponen huevos en agua estancada, pero el mosquito del dengue prefiere agua limpia y pone los huevos en varios lugares individualmente. Por otro lado, el mosquito común pone sus huevos juntos, en forma de balsa, en agua sucia y contaminada.

Dengue: ¿cuáles son los síntomas?

 

Los síntomas del dengue son fiebre acompañada de uno o más de los siguientes síntomas:

Dolor detrás de los ojos, de cabeza, muscular y de articulaciones

Náuseas y vómitos

Cansancio intenso

Aparición de manchas en la piel

Picazón y/o sangrado de nariz y encías

¿Cuál es el tratamiento?

 

Según el Ministerio de Salud de la Nación, no hay vacuna ni tratamiento específico para el dengue. Por ello, el tratamiento es fundamentalmente sintomático. Ante estos síntomas se debe acudir al centro de salud de inmediato para recibir el tratamiento adecuado y no automedicarse.

A las personas infectadas se les recomienda tomar abundante agua para reponer líquidos y realizar control y seguimiento médico diarios.

¿Cómo prevenir el dengue?

 

Eliminando todos los recipientes en desuso que puedan acumular agua (como latas, botellas, neumáticos).

Dando vuelta los objetos que se encuentran en el exterior y pueden acumular agua cuando llueve (baldes, palanganas, tambores, botellas).

Cambiando el agua de bebederos de animales, colectores de desagües de aire acondicionado o lluvia, dentro y fuera de la casa, cada tres días. Recordá frotar las paredes de los recipientes con una esponja o cepillo a fin de desprender los huevos del mosquito que puedan estar adheridos.

Rellenando los floreros y portamacetas con arena húmeda.

Manteniendo los patios y jardines limpios, ordenados y desmalezados.

Limpiando canaletas y desagües de lluvia de los techos.

Tapando los tanques y recipientes que se usan para recolectar agua.

Vertiendo agua hirviendo en las rejillas y colocándoles tela mosquitera.

También es importante para prevenir las picaduras del mosquito:

 

Usar siempre repelentes, siguiendo cuidadosamente las recomendaciones del envase.

Utilizar ropa clara que cubra los brazos y las piernas, especialmente durante las actividades al aire libre.

Colocar mosquiteros en puertas y ventanas, y cuando sea posible usar ventiladores o aire acondicionado en las habitaciones.

Proteger cunas y cochecitos de bebés con telas mosquiteras.

Utilizar repelentes ambientales como tabletas y espirales.