El dueño de Borsalino, cuyo local de Córdoba y Sarmiento cerró sus puertas frente a Falabella –que se irá de Rosario en 60 días–, analizó la dramática situación comercial del centro de la ciudad. Aseveró que los alquileres son elevados y que hay una drástica baja en el movimiento en esa zona con respecto a 2019.

Salvador Alberto "Beto" Smiriglio, dueño de Borsalino, dijo en el programa A Diario (Radio 2) que la peatonal Córdoba ya no es la misma que hace unos cinco años atrás, cuando era el epicentro de las compras. "Los alquileres están altos. En la cabeza de los propietarios sigue siendo como hace cinco años atrás y no es así. La prueba es que ningún comercio que se retiró de calle Córdoba volvió a abrir. Los barrios no se deterioraron tanto como el centro", aseguró.

"Estamos en un 40 por ciento del movimiento de lo que fue hasta 2019, cuando veníamos con inconvenientes económicos por malas decisiones políticas y falta de planes", concluyó el empresario.

Por su parte, el presidente de la Cámara Argentina de Comercios y Servicios (CAC) Natalio Grinman señaló sobre Falabella que la pandemia del coronavirus "fue la gota que rebalsó el vaso", ya que "hacía varios años que trabajaban a pérdida".

"El CEO de Falabella integra la cámara, conocemos bastante bien el tema. Su situación, como la de otras multinacionales, es que la pandemia fue la gota que rebalsó el vaso. Esas firmas cuando deciden instalarse están un buen tiempo haciendo estudios de mercado. Y cuando se van, no lo hacen de la noche a la mañana. Lo hacen después de varios años de trabajar a pérdida", comentó Grinman a A Diario (Radio 2).

En ese marco, el empresario reflexionó: "En la última década, Argentina perdió 20 puntos de inversión extranjera directa. Somos el segundo país después de Venezuela en tener la peor performance en inversión extranjera. No hay seguridad, clima de negocios".

"Los empresarios somos los que generamos los puestos de trabajo y no nos cuidan. No hay posibilidad de que haya aumento de inversiones nacionales o extranjeras. Tiene que haber más pragmatismo. A los buenos empresarios hay que cuidarlos, motivarlos", concluyó.