Organizar y preparar las comidas de toda la semana es una tarea difícil para muchos, dado que requiere de una cantidad de tiempo que muchas veces no queda disponible por distintos compromisos laborales o personales. Pero hay estrategias que pueden facilitar el trabajo de dejar listos platos con comida casera y sana para los días más ajetreados.

Una técnica que permite organizar mejor el menú semanal, conocida como batch cooking (cocina por lotes, en español), también redunda en un menor desperdicio de alimentos y consumo de ultraprocesados. Para esto hay algunos puntos clave, como separar y congelar adecuadamente los alimentos y tener siempre a disposición los ingredientes necesarios.

La idea central del batch cooking es dejar lista la comida para toda la semana preparando todo durante el mismo día, típicamente un domingo, aunque esto quedará sujeto a la disponibilidad de tiempo y conveniencia de cada persona.

Entre los principales beneficios del batch cooking se destacan que permite disfrutar de una comida casera y saludable, ayudando a evitar los alimentos procesados.

También, por supuesto, permite reducir el tiempo que se pasa en la cocina a través de la optimización de cada preparación. Esto requiere la elaboración de un listado de ingredientes indispensables que deberán estar siempre en la heladera o la alacena al momento de cocinar, como así también la conformación de un programa alimentario.

Un método de este tipo también puede ayudar a ahorrar dinero si se usan productos de estación, y facilita las compras ya que siempre se necesitan los mismos alimentos.

Claves para implementar el batch cooking

  • Elabora un menú con antelación.
  • Conserva alimentos al vacío.
  • Guardar porciones individuales.
  • Utilizar los mismos productos para platos diferentes.
  • Cocinar una cantidad mayor a la habitual para completar distintas comidas.
  • Planificar una única compra semanal.

Para probar el batch cooking, se pueden incorporar preparaciones como guisos y cremas, caldos caseros, croquetas, albóndigas, canelones y quiches. Las guarniciones y acompañamientos más típicos también incluyen verduras, pasta y arroz.

Pollo y carne combinan con todo, y también se puede recurrir a ingredientes como el atún para ensaladas de rápida preparación.

A su vez, se pueden dejar preparadas vinagretas y otros aliños para conservarlos en frascos esterilizados.