Este lunes el gobierno provincial confirmó el colapso sanitario por una altísima presión sobre la cantidad de camas críticas y analiza ahora más restricciones en un fino equilibrio entre la salud y la economía. De acuerdo al último reporte del director del Tercer Nivel de Salud provincial, Rodrigo Mediavilla, la situación es “hipercrítica”, sin camas y con una mortalidad del 60 por ciento. Todo redunda en una misma súplica: cuidarse y cuidar.

En conferencia de prensa desde el hospital Centenario con su directora, Claudia Perouch, Mediavillo advirtió que “hoy por hoy, todas las medidas de apertura generan muertos” y que “la situación es hiper crítica”.

Saturado el sistema de salud no camas UTI

Actualmente, precisó la mortalidad en Santa Fe por coronavirus es del 60 por ciento y ya no quedan camas de terapia intensiva disponibles, ni siquiera para cirugías o patologías menores que requieren a veces un paso por esa instancia de cuidado. Contó que ya se discuten criterios para seleccionar pacientes y darle prioridad a los que tienen más chances de sobrevida.

“Si seguimos así, vamos a ver una película horrible”, alertó y señaló la encrucijada en la que se encuentra el gobierno ahora, más que nunca porque el colapso sanitario es total y abarca a toda la provincia: “Es difícil decirle a alguien que tiene que llevar la comida a la casa que no salga, no podemos hacer esto de economía o salud, sino economía y salud, por eso es tan difícil. Si necesitas salir para comer no te vas a quedar en tu casa”.

Con todo, señaló que cualquier medida que disminuya la circulación va a ayudar a los hospitales y que esto quedó desmotrado con los límites en la nocturnidad.

“Lo importante no es la medida en sí, sino que la gente lo aplique”, observó y lamentó: “Creo que hay un sector de la sociedad que no nos cree”.

También están los cuidados personales, ya hartamente conocidos, pero dejados de lado: evitar socializar, distancia social, barbijo y lavado de manos.

“En la calle, parece que nada pasara”

 

Foto: Alan Monzón / Rosario3

La directora del Centenario y su jefe de terapia intensiva, Juan Carlos Pendino, coincidieron en el mismo diagnóstico callejero: fuera del hospital, la gente actúa como si no existiera un virus mortal, agresivo y tórpido.

“En la calle, parece que nada pasara”, lamentó Peorouch. “Por la ventana de la terapia, veo una vida normal”, señaló Pendino.

Pero nada normal tiene una pandemia. Ambos profesionales pidieron, casi en una súplica, que la gente respete los cuidados que ya sabe: barbijo, distancia social y lavado de manos.

“Todo el mundo las conoce, el gobierno tendrá su parte con otras cuestiones, como la presencialidad escolar, pero nosotros mismos tenemos que cumplir (con los cuidados) y evitar las reuniones”, dijo Pendino que explicó que la saturación es tal que hay listas de espera para las camas y que hasta se improvisó una suerte de sala crítica en la guardia.

“Queremos garantizar que ningún rosarino quede sin cama ni por covid ni por una apendicitis”, dijo Perouch.

Rosario deriva pacientes Covid en medio del colapso