“La quema de las islas es un síntoma del país en el que vivimos, en el que se piensa en una tierra para unos pocos y un resto pobre comiendo veneno”. Anabela Carrere integra la Multisectorial por los Humedales que además de un ser un nutrido grupo de ecologistas o ambientalistas con alcance nacional en 2020 al recibir un extenso apoyo popular, en el marco de las quemas de pastizales en las islas, constituye una manera de ver la vida: a través y con el río de un lado y del otro, por los costados de arriba y abajo, sumergidos en una Tierra generosa que es hábitat y habitante de cada uno y una.

Si el año pasado salieron a apagar incendios –es literal–en 2021 se proponen instalar a su manera, con un estilo y estética propios, nuevos debates al tiempo que buscan retomar los reclamos que constituyen su propia génesis, es decir, las quemas en las islas.“Se arranca un nuevo año con viejas prácticas, sigue habiendo focos de incendio en las islas, vemos que la ganadería está llegando y también camiones que no se veían con tanta frecuencia. Si bien el piso está, tenemos un techo enorme con muchas ideas”, sostuvo la joven estudiante al ser consultada por Rosario3 sobre los planes del grupo para este año que comenzó.

Alan Monzón/Rosario3

“Se avecina un inicio de año con más quemas. Lo estamos viendo y también estamos viendo sobre la tierra quemada máquinas haciendo terraplenes para elevar terrenos por las inundaciones, para siembra y también estamos viendo, lo cual es terrible, barcazas llenas de vacas que entran y salen del humedal”, expresó por su parte otro de los integrante de la “multi”, Ivo Peruggino. Sin embargo, de acuerdo a lo que sugirió, las problemáticas ambientales exceden la geografía insular: “Hemos demostrado que la gente ya no quiere este modelo de producción, seguiremos luchando por el fin del ecocidio, por una ley de humedales, pero la lucha de la multisectorial es que de una buena vez la producción se adapte a la vida y no al revés”, explicó.

Para eso, planifican actividades que les den visibilidad y así poder dar profundidad a las discusiones que lograron instalar. Si en 2020 demostraron que existe una "agenda verde" y que su abordaje no es cosa de un grupo de idealistas y soñadores, en 2021 el desafío es avanzar en soluciones y sumar nuevas problemáticas. En principio una gran movida para el 2 de febrero, Día de los Humedales, al tiempo que seguirán cultivando proyectos educativos y de cuidado de la flora autóctona. “Tenemos en claro que los derechos no se piden de rodillas sino que se exigen en la calle”, continuó y advirtió: “Conocemos muy bien que nos queda poco tiempo para poder combatir una crisis climática global y no queda otra que cambiar todo. Hay que empezar una transición urgente que cambie los monocultivos transgénicos agrotóxicos por una producción alimentaria sana y agroecológico y de energía renovable”, destacó.

Alan Monzón/Rosario3

Un puente

La multisectorial pudo llegar a gente que estaba distraída o que no le parecía tan grave lo que pasaba en la isla. Pudimos explicar que lo terrible de las quemas no es el humo que llega a la ciudad, que es totalmente grave para la salud de todos, sino la pérdida de la flora, la fauna, el deterioro y la destrucción del ecosistema”, consideró Peruggino al analizar lo que sembraron en la gente desde su nacimiento en julio de 2020, cuando en plena pandemia de coronavirus las llamas resplandecieron con furia desde el cordón verde y agitaron su humo tóxico sobre la ciudad.

Para Juan Camelia, las acciones desarrolladas el año pasado tuvieron su fruto: “Logramos permear a la población lo que está pasando con el ecosistema, sin dudas de forma insuficiente, pero es una gran puerta de entrada para seguir creciendo”, observó y subrayó: “Necesitamos discutir nuestra relación con el entorno –planteó– si lo consideramos un recurso entonces lo quemamos y lo explotamos pero si nos consideramos co dependientes, ahí se empieza a dibujar otro horizonte”, propuso.

Alan Monzón/Rosario3

“La multisectorial logró cambiar la percepción de la gente sobre la quema”, precisó por su parte Carrere. “No solo me transformó a mí y a mi mirada de la Argentina en que vivimos sino a cualquiera que ha estado con nosotros o que simplemente nos vio en Instagram. Pudimos aprender entre todos y todas que es necesario rever nuestro sistema productivo de forma urgente porque los efectos del cambio climático ya están acá”, sumó.

Ponerle el cuerpo

El 2020 les dejó a los integrantes de la Multisectorial un puñado de historias y de imágenes que se les instalaron en sus corazones. Cuando se les preguntó por los momentos imborrables vividos en medio de las quemas incesantes, coincidieron: el combate  contra el fuego para apagar las llamas en la Boca de la Milonga.

“Fuimos a apagar el fuego, hasta ahí hacíamos actividades de visibilización y reclamo y recibimos audios de personas desesperadas que viven en sintonía con la naturaleza pidiendo ayuda porque el fuego se estaba acercando a sus viviendas”, recordó Peruggino de aquel sábado de agosto, cuando se prendió fuego parte de la isla frente a Granadero Baigorria. Aquella vez, los habitantes se vieron rodeados de fuego y pidieron auxilio.

“Ante la ausencia del Estado no lo dudamos ni un segundo y fuimos. Sin capacitación ni experiencia nos enfrentarnos con las llamas y eso nos marcó a todos. Pudimos ayudar a los isleños, hacer lo que el Estado no estaba haciendo y tuvimos que cruzar y poner el cuerpo. Fue un antes y un después para la multisectorial”, consideró.

Acción Ciudadana contra el fuego
Acción Ciudadana contra el fuego

Camelia reveló que ese día se echó a llorar en medio del humo caliente que escupían las llamas insaciables. “El fuego se nos venía encima, estallé en llanto al comprender la extrema fragilidad, me marcó ver cómo se puede arrasar con tanta biodiversidad y cómo se siente la desprotección”, detalló sobre las emociones que experimentó junto a sus compañeros y compañeras.

Anabela también compartió las impresiones de aquella lucha desigual: “El fuego acechaba a los isleños y poder ir a dar una mano en medio de la desidia del Estado nos hizo seguir pensando a una isla inseparable de sus habitantes y la necesidad de estar cerca de ellos”, manifestó y concluyó: “Esta forma de lucha se dio en otros lugares también, demostrando que hay un camino para transformar la realidad, que es el de estar organizados con el otre. El tiempo es ahora”.

Alan Monzón/Rosario3