Valeria Speciale es rosarina y tiene dos trabajos que le apasionan: atiende la cantina de una escuela y desde hace un año cuenta con un taller propio de arte al que nombró DespejArte. Allí da clases de mosaiquismo, algo que comenzó como un hobby y fue profesionalizando cada vez más, tanto así que realizó un cuadro del rostro de Alejandro Sanz - su artista preferido - que terminó colgado en el living del músico. 

Cuando la artesana se enteró que el español visitaría Rosario en mayo del 2023, no lo dudó. Empezó a pensar qué podría crear para llamar su atención. Lo primero que hizo Valeria fue pedirle a un club de fans del cantante que le manden fotos de él para elegir una que sobresalga, que tenga los condimentos adecuados para atraer la mirada de Sanz. Con la imagen elegida, comenzó un arduo trabajo manual y artesanal que además de conocimientos, requiere paciencia y amor: “El cuadro mide 40 x 50 cm, su fondo es de venecitas y el rostro entero son azulejos”, contó la creadora a Rosario3. 

Después de dos meses de trabajo, llegó el gran día. Tenía que intentar que su obra de arte llegase a las manos de Alejandro Sanz. Salió de la escuela donde trabaja, pasó por su casa, buscó el cuadro y se fue horas antes del show al lugar del recital para marcar presencia y tratar de contactar a alguien del equipo del artista. 

“Cuando llegamos al Metropolitano había música, empezaron a llegar chicas del club de fans y con mi amiga nos mandamos”, recordó la mujer. Así fue como encontró a las productoras del evento que le prometieron salir a las 16.30 a retirar los regalos que las personas le hacían llegar a Sanz. 

Entre mate y mate, mientras esperaba ese momento, las seguidoras del madrileño le pedían permiso a Valeria para sacarse fotos con el cuadro, las subían a redes sociales y etiquetaban al cantante de “No es lo mismo”. Hasta que finalmente llegó el momento de entregar el regalo y despedirse de su creación con la esperanza de que su artista preferido lo vea, lo comparta con el mundo, o de una señal de haberlo recibido. 

Dos meses después, el celular sonó. Le llegó una notificación al Instagram de Despejarte que daba aviso que Alejandro Sanz la había etiquetado en una foto: “Era una publicación para agradecerme, estaba él, en su casa, con sus hijos y mi cuadro atrás”, recordó Valeria y agregó: “Fue una emoción muy grande”. 

Desde entonces, el trabajo de Valeria está colgado en una pared del hogar del madrileño y se luce en cada foto que sube compartiendo con amigos como por ejemplo con Sergio Ramos, ex jugador del Real Madrid y actual del Servilla o su familia. “Estoy tan feliz de que le haya gustado y haya valorado el trabajo que hice con tanto cariño”, indicó la rosarina que motivada por la admiración, logró cumplir con su objetivo principal, que Alejandro Sanz sepa que alguien a miles de kilómetros, lo sigue de cerca.