La inseguridad es una problemática que se padece en todos los barrios de Rosario y, en ese contexto, durante los últimos tiempos los robos en iglesias se han convertido en hechos cada vez más frecuentes. Este jueves por la tarde, fue una parroquia de zona norte la elegida por un ladrón que se llevó elementos sagrados.

Roxana, la secretaria de la parroquia del Colegio Boneo, ubicada en Gorrito al 600, relató cómo fue el paso del delincuente por el interior del templo, que permanecía (como es habitual) con sus puertas abiertas y cuenta con cámaras de seguridad que registraron toda la secuencia.

En diálogo con De 12 a 14 (El Tres), la mujer comentó que el autor del robo es conocido por los miembros de la comunidad, ya que llegó hasta la parroquia hace tan solo unos días atrás. "El mismo párroco estuvo acompañándolo y charlando con él", dijo, y sostuvo que "no está bien" como consecuencia de lo que podrían ser problemas de adicciones.

La cámaras de seguridad registraron el paso del ladrón por la parroquia.

En las imágenes que muestran el paso del delincuente por el interior de la parroquia, se puede apreciar que se tomó varios minutos para recorrer mientras buscada algo para robarse. Primero intentó tomar la corona de una estatua de yeso de la Virgen de Itatí, creyendo que era de bronce, y la rompió.

Luego siguió recorriendo, intentó abrir varias puertas, pasó por la zona del altar y llegó hasta el sagrario, de donde finalmente se llevó dos copas y varias hostias consagradas. "El dolor es muy grande, porque es Jesús lo que se están llevando", lamentó la secretaria parroquial, que fue la que encontró el sagrario abierto.

"Se llevó dos vasos sagrados y una custodia del santísimo", detalló. Horas después, cuando trascendió que la parroquia había sufrido un robo, fueron los vecinos de la zona los que advirtieron que las hostias estaban tiradas justo a la vuelta del templo.

El hecho de inseguridad conmocionó a los miembros de la comunidad parroquial, que brinda diferentes servicios para las personas en situación de calle. Mientras los jueves por la noche los alumnos del colegio reparten comida, los sábados a la mañana hay duchas solidarias.