Según la información compartida por la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA), el vórtice polar es una gran área de baja presión y aire frío que rodea los polos de la Tierra, la cual se debilita en verano y se intensifica en invierno. Además de esto, se caracteriza por su rotación en contra de las agujas del reloj y permite que el aire frío se mantenga cerca de los polos. De ahí el llamarla “vórtice”. Sin embargo, este último punto sufrió recientemente una alteración radical, que hace que su sentido se haya revertido totalmente. ¿Qué significa?

Estos cambios, en realidad, no son tan inusuales. Por ejemplo, durante los meses de verano en el hemisferio norte, los vientos circulantes del vórtice se ralentizan y comienzan a girar también en el sentido de las manecillas del reloj. No obstante, lo que sí es un tanto fuera de lo común es que se produzcan estas alteraciones en el curso natural en los meses de invierno, como este que se presentó en marzo, según explicó el medio especializado National Geographic.

Se debe agregar además que los especialistas señalan que la inversión de ahora está entre las seis más fuertes desde 1979. Así, la conclusión a la que llegan los expertos es que esto es todo menos algo típico, y que supone una gran tarea identificar cuáles podrían ser sus consecuencias.

¿Cuáles podrían ser las consecuencias?

Históricamente, las perturbaciones en el comportamiento del vórtice polar fueron responsables de descensos de temperatura extremos y tormentas severas en vastas regiones de Estados Unidos. No obstante, la situación actual no parece indicar la inminencia de un evento de enfriamiento extremo similar. 

En definitiva aun no están bien definidas las posibles consecuencias el evento. Pero, los científicos ya observaron un aumento de los niveles de ozono sobre el Ártico. Esto no generó grandes cambios meteorológicos, y se espera que los niveles vuelvan a la normalidad cuando el vórtice recupere su sentido natural. Desgraciadamente, la situación se vuelve más imprecisa e impredecible de la mano del calentamiento global, ya que aún no está claro cómo afecta un suceso al otro.

Los científicos tienen su atención puesta, más que nunca, en el vórtice polar, de aquí en adelante con la intención de estudiar qué está generando estas alteraciones inusuales y qué otras consecuencias las acompañan.