El ADN encontrado en un durazno a medio comer permitió a la policía británica encontrar a un ladrón que entró a robar en una casa de Ashington, al nordeste de Inglaterra, el 9 de octubre del 2019. 

Tras irrumpir en el inmueble, Arran Burton, de 27 años, tomó la fruta de un tazón, la mordió varias veces y la tiró. Antes de abandonar la escena del delito, el ladrón también se llevó varios dulces y chocolates.

La policía pudo identificar el ADN del ladrón en el durazno y el hombre fue arrestado y acusado del robo. La semana pasada, Burton fue declarado culpable y pasará entre rejas 876 días, casi dos años y cinco meses. Asimismo, tendrá que indemnizar a la víctima con un poco más de 230 dólares, según publicó Crónica.

El detective Dave Boon, de la policía de Northumbria, elogió a los especialistas forenses por su trabajo que condujo al arresto: "El uso de ADN por parte del equipo forense en este caso fue fantástico".

"Sus meticulosos esfuerzos ayudaron a condenar a un ladrón e hicieron que la comunidad local sea más segura. Sus fructíferos esfuerzos significan que Arran Burton ahora tendrá mucho tiempo en sus manos para pensar en sus acciones".