Fobos, la luna de Marte, puede ser en realidad un cometa, o al menos parte de uno, que fue capturado gravitacionalmente por el planeta rojo hace mucho tiempo, según un nuevo estudio basado en fotografías inéditas. 

Durante años, los investigadores se preguntaron sobre los orígenes de Fobos y su gemelo, Deimos. Algunos teorizaron que las lunas son antiguos asteroides atraídos por la gravedad de Marte, porque su composición química es similar a la de ciertas rocas en el cinturón de asteroides principal entre Marte y Júpiter. Sin embargo, los modelos informáticos que simulan este proceso de captura no pudieron replicar las trayectorias casi circulares de la pareja alrededor de Marte, según publicó el sitio especializado Space.com sobre los datos de un nuevo estudio que se publicará en la revista Astronomy and Astrophysics.

Otra hipótesis sugiere que un impacto gigante, como el que creó nuestra Luna, arrancó al dúo del planeta rojo; pero Fobos tiene una composición química diferente a la de Marte, lo que hace que este escenario también sea improbable. Descubrir exactamente cómo nació Fobos es uno de los objetivos de la misión Martian Moons eXploration (MMX) de la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón, cuyo lanzamiento está previsto para 2026. Sonia Fornasier , profesora de astronomía en la Universidad Paris Cité y autora principal del nuevo estudio. , es un científico de instrumentos de la misión MMX. Mientras ella y otros científicos analizaban imágenes para afinar la trayectoria planificada de la nave espacial, Fornasier se topó con fotografías inéditas. 

Tomadas por cámaras de alta resolución a bordo de la nave espacial Mars Express, un orbitador de la Agencia Espacial Europea (ESA) que ha estudiado Marte y sus lunas desde 2003, estas más de 300 imágenes documentan las características de Fobos. Eso incluye el cráter Stickney de 9 kilómetros de ancho, el hito más grande de Fobos. 

Fornasier y sus colegas utilizaron las instantáneas para analizar la intensidad de la luz solar que Fobos refleja desde diferentes ángulos. Esta técnica, llamada fotometría, les permitió determinar cuánta luz reflejaba Fobos cuando el sol estaba justo enfrente o en un ángulo desviado.   

Los investigadores descubrieron que la superficie de Fobos no reflejaba la luz de manera uniforme. Algunas regiones, como el borde noreste del cráter, eran muy reflectantes. Pero el análisis del equipo también mostró que, en general, la superficie de Fobos parecía notablemente más brillante cuando el sol estaba directamente encima. Este fenómeno, llamado oleada de oposición, es característico de muchos objetos sin aire del sistema solar. Además, los investigadores descubrieron que la superficie de Fobos era porosa, como arena. Esto llevó al equipo a sugerir que la superficie de la luna podría estar cubierta por una gruesa capa de polvo con partículas ranuradas, cuyas sombras desaparecían cuando se iluminaban directamente. 

Ambas propiedades son también características de los cometas de la familia de Júpiter, que son cometas cuyas órbitas están influenciadas gravitacionalmente por Júpiter. Estos incluyen el cometa 67P, "patito de goma", que la misión Rosetta de la ESA estudió de cerca en 2016. De hecho, las propiedades fotométricas de Fobos coincidían casi a la perfección con las del cometa 67P. Entonces, el equipo concluyó que Fobos posiblemente era un cometa capturado por Marte. 

Los hallazgos del estudio también tienen implicaciones para Deimos. Fornasier señaló que si Fobos alguna vez fue un cometa, es posible que Deimos también lo haya sido. De hecho, basándose en el estudio, su equipo sugiere que las dos lunas alguna vez estuvieron unidas como un solo cometa bilobulado que quedó atrapado y eventualmente destrozado por la gravedad de Marte. En otras palabras, las lunas gemelas de Marte pueden ser en realidad dos mitades de un todo único.

"Si los satélites marcianos son realmente cometas capturados, esto implica que los cometas también pueden ser capturados por planetas telúricos [terrestres]", añadió Fornasier. Dijo que algunas lunas de gigantes gaseosos como Saturno probablemente se originaron en el Cinturón de Kuiper, la región en forma de rosquilla que envuelve el sistema solar y de la que surgen muchos cometas. Sin embargo, los astrónomos no identificaron una "luna cometa" para los planetas terrestres hasta ahora, lo que convierte a Fobos en una potencial primicia. 

Sin embargo, la interpretación del cometa también tiene problemas. Algunos parámetros fotométricos, como la fracción de luz dispersada, no coinciden con los de los cometas. En cualquier caso, dijo Fornasier, las simulaciones dinámicas, que consideran los movimientos de los objetos celestes, incluidos Marte y Fobos, ayudarán al equipo a determinar la probabilidad de que un cometa quede atrapado. Sin embargo, en última instancia, el programa MMX, que tomará muestras físicas de fragmentos de Fobos, es probablemente la mejor esperanza para resolver los turbios orígenes de esta misteriosa luna. 

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