José Luis sigue en pie de guerra con la aseguradora de Salta al 3200, reclamando por el robo de las cuatro ruedas de su auto, que según su denuncia la compañía no le quiere reconocer en un ciento por ciento. “Pasé toda la noche acá, dormí en el auto, agradezco a toda la gente que me mostró su apoyo”, dijo este miércoles pro la mañana en Radio 2. Y volvió a advertir que sobre el mediodía llevará “una retroexcavadora” a la puerta si no lo reciben los directivos.

“Yo soy el que paga el seguro y ellos durmieron calentitos en su casa anoche y yo cagado de frio en el auto”, describió José Luis, sobre la noche que pasó en el frente de la aseguradora, con su auto sin ruedas, un gazebo y una reposera, en señal de inédita protesta.

“Además yo no pude ir a buscar la medicación, estoy anticuagulado, pero no me puedo ir de acá porque me llevan el auto”, aseguró.



Y después reiteró su advertencia del día anterior: “Como dije, a las 10.30 u 11 les voy a traer la retroexcavadora acá adelante. No voy a hacer ningún daño, pero esta gente se tiene que dar cuenta que no puede hacer lo que está haciendo”, apuntó.

José Luis destacó que “la fiscal anoche se portó muy bien conmigo, muy educada, habló con la policía para que no me toquen”.

“La compañía hace 20 días me dice que me quiere pagar el 50 o 40 por ciento de los neumáticos. Pero el problema es que me dejaron 20 días sin movilidad. Esto empezó el 20 de noviembre”, recordó el hombre, que según contó trabaja como contratista de la Municipalidad para el desmalezamiento en la zona suroeste de Rosario.

“Ahora pido más que las cuatro ruedas, ahora me van a tener que pagar todo”, afirmó.

El auto en la puerta de la aseguradora en singular reclamo. (Alan Monzón/Rosario3)



Luego remarcó: “Yo me voy a quedar a vivir acá. O sea que tengo que pagar las ruedas, tengo que seguir pagando el seguro y encima tengo que afrontar los costos de un juicio. Es una falta de respeto”. Y agregó: “La clase media está cansada de bastardeo, estamos cansados de que nos boludeen”.

“Yo nunca tuve un siniestro con este auto, nunca un problema. Y ahora que los necesito me faltan el respeto. Fueron muy maleducados conmigo”, comentó.

“Yo no me voy a ir hasta que se sienten a dialogar conmigo. Y que venga el dueño o un gerente, que no me manden una figurita”, concluyó.