El 1º de mayo el gobernador Omar Perotti anunció ante la asamblea legislativa un proyecto de ley para declarar la Emergencia en consumos problemáticos y adicciones. El programa "Santa Fe Más Cuidada" se elevó dos semanas después y desde entonces, pese a tratarse de uno de los principales problemas de la provincia en materia de salud y también por sus efectos en la inseguridad y la violencia, no avanzó.

“Necesitamos que el proyecto sea tratado con la celeridad que merece, es realmente urgente”, reclamó Camila Bettanín, titular de la la Agencia de prevención del consumo de drogas y tratamiento integral de las adicciones (Aprecod).

Mientras los candidatos a todo prometen soluciones y planes ante el principal reclamo social de más seguridad, un proyecto de innegable impacto en la convivencia –aquello de la paz y el orden que este gobierno tampoco cumplió– los legisladores de esas mismas fuerzas políticas no activan una herramienta concreta. Hace casi tres meses que ingresó a las comisiones y no pasó de ahí. “Es un proceso muy lento en un tema donde no se puede esperar y en el que hay familias que necesitan respuestas. No se le da prioridad más allá de los discursivo”, afirmó Bettanín a Rosario3.

“Lamentablemente no ha tenido ningún movimiento en la Cámara aún. Las santafesinas y los santafesinos necesitamos que una iniciativa semejante sea tratada con la celeridad que merece. Es una necesidad concreta, realmente urgente, no solamente por una cuestión presupuestaria, sino porque necesitamos generar una mayor sinergia con los diferentes poderes del Estado, con el Poder Judicial, con el Ministerio Público de la Acusación (MPA)”, desarrolló.

La directora de Aprecod profundizó ese concepto y explicó que se trata de “poder actuar coordinadamente y no solamente con algunas experiencias, con funcionarios que tienen más empatía en el tema, o que ven que realmente muchas veces se puede prevenir situaciones de violencia, delitos, llegando a tiempo”. “Es una problemática que requiere acuerdos que trascienden a cualquier gestión y de forma prioritaria, donde todos estemos comprometidos en el abordaje del problema”, dijo y sostuvo que esa es la clave que aportaría la nueva ley. 

La no sanción de una emergencia, a la hora de fijar formas de actuar y responsabilidades, es un mensaje en sí mismo. Como picaportes que existen pero que no se abren. 

Salidas simplistas a un fenómeno complejo

 

El "Colo de la Sexta" es Matías, es el pibe que se drogaba y dejó para vender poesía en la Siberia y también es el que fue filmado robando picaportes y porteros eléctricos la última semana. Su historia, como ocurre con casi todos, no puede resumirse a uno solo de esos aspectos. El relato inútil de los buenos y malos que, como mucho, puede simplificar la complejidad de la realidad, se diluye cuando el mismo sistema detiene a una misma persona siete veces en dos meses y no sabe qué hacer, cómo encararlo.

Camila Bettanín reclama una ley de emergencia generaría campañas de prevención para acercar la red pública (universal y gratuita) a la población en crisis. También aumentaría la cantidad de dispositivos para tratar a pacientes y mejoraría las actuaciones con la Justicia.

“La creación de un protocolo con el Poder Judicial para que en casos como este (del Colo), el fiscal tenga que interactuar con Aprecod, le tenga que dar intervención y solicitar una evaluación profesional cuando considera que los motivos de un ilícito tienen que ver con un problema de consumo. Es una prevención social para que la persona no esté en riesgo para sí y para terceros también”, describió la titular del área. 

“Acercarle a la persona –siguió– de que si el motivo de ese ilícito tiene que ver con un problema sociosanitario que pueda acceder a un tratamiento. En este caso, la persona hizo un montón de trayectos con el Estado, ya sea con la universidad, en instituciones, con la provincia, seguramente con la Municipalidad, y ahora está en un momento complicado en el que hay que ver cómo se lo puede sostener. Y más allá de esta situación, hay algo importante que hay que poder entender, en lo que yo siempre hago bastante énfasis, es que la persona se tiene que dejar acompañar”.

En ese plano, es vital asimilar el consumo a un problema de salud (sobre todo antes de que se convierta en uno penal). “Si una persona tiene apendicitis, va corriendo a una guardia, sin ninguna duda, porque sabe que su vida corre peligro. El gran desafío con los consumos problemáticos es que en muchos casos la persona que sufre recurre al consumo como un modo de solucionar ese sufrimiento. Por supuesto, es una falsa solución que empeora las cosas, hasta en algunas situaciones lleva al peor desenlace. Esta característica introduce una complejidad muy alta, porque muchas veces la persona no demanda un tratamiento, y el problema está ahí”, detalló. 

La subsecrataria destacó la importancia del entorno, de acceder a la buena información, de no subestimar las adicciones. “Estamos en un contexto internacional donde lamentablemente la problemática del consumo está en ascenso, probablemente tenga que ver con las características del modo de vida que estamos llevando adelante como sociedad. Y el gran desafío es qué políticas públicas se generan para trabajar con una población que le cuesta cada vez más conseguir trabajo, que le cuesta cada vez más sostener los estudios, que en contextos socioeconómicos complicados hay, por supuesto, una gran incidencia de estos factores que en la realidad se manifiestan todos juntos en una persona”, añadió. 

Dispositivos, camas y contactos

 

Bettanín aseguró que si bien durante su gestión “se triplicaron la cantidad de lugares de atención”, de todas formas “no alcanza”. De los 80 dispositivos en la provincia, en Rosario hay 40 y atienden a 1.600 adolescentes y jóvenes. Las edades dependen del dispositivo pero parten de los 15 años (y en algunos casos puntuales desde los 12). 

Para los casos extremos y abordajes específicos de 24 horas, existen 202 camas que representan unas 300 personas por mes, informó Aprecod a este medio.

Sea una primera consulta o una situación grave, de una persona directa o de forma indirecta vía un familiar, Bettanín aclaró que el organismo recibe a todos los casos por igual aunque luego se tratan de forma diferenciada porque “cada caso es diferente”. 

La funcionaria reconoció que puede haber fallas o falencias pero invitó a comunicarse al 0800-345-5640 o ir a la sede de España 1455. “No hay que desalentar, alguna respuesta se da, no sin dificultades”, matizó.