Una balacera, otra más, se registró en Rosario el 19 de agosto pasado. Aquellos que decidieron acostarse temprano el miércoles por la noche, desayunaron con la noticia de que el blanco, en esta oportunidad, había sido el Centro de Justicia Penal. Las cámaras y los micrófonos se posaron en las únicas personas que fueron testigos del hecho: una familia que acampaba en la zona pidiendo justicia por su hijo.

En las notas, relataron lo que habían vivido esa noche. "Sentimos más de siete disparos a las 11.30, fue de terror", señaló la mujer a Radio 2. Pero, por qué estaban ahí. Qué los llevó a montar un espacio para pasar las noche en una carpa. Quién era Matías Exequiel Córdoba, cara de todos los afiches que posan en el toldo.

Alan Monzón/Rosario3



"Ese día yo estaba acampando porque arrancaba la primera jornada del juicio de mi hijo Matías", afirma Elsa, mamá del chico, en comunicación telefónica con Rosario3.

El 28 de marzo de 2016, cerca de las 19.30, la moto en la que iba el muchacho fue embestida por un auto conducido por Emanuel Nicolás País, en la esquina de Ovidio Lagos e Hilarion de la Quintana.

Matías tenía 24 años y en ese momento estaba camino al Eempa que funciona en la Escuela República de Bolivia, de La Paz y Francia. La familia es santafesina, pero vino a Rosario cuando él tenía 2 años y medio.

"Era una bella persona, en el secundario tuvo un grupo de amigos maravillosos, lo mirabas e inspiraba tranquilidad, era el más chico pero el más centrado, no tenía maldad", cuenta Elsa mientras su voz se entrecorta por la emoción.

Fanático de Colón y simpatizante de Newell’s. Amaba las motos y terminar el secundario era un paso para cumplir su sueño de conseguir trabajo estable. Era padrino de su único sobrino y tenía una vida por delante, pero el choque provocó un giro de 180 grados a todos sus planes.

Tras 5 años de lucha, todo indicaba que la espera llegaría a su fin. Sin embargo, luego de tres audiencias preliminares y finalmente fecha para un juicio, el juez Nicolás Vico Gimena decidió suspenderlo por "problemas personales que afectaron su salud". Lo que Elsa calificó como "una locura y una falta de respeto para ambas partes".

Puntualmente, la familia espera y pide que el acusado "sea condenado como autor del delito de homicidio culposo agravado por el vehículo, 3 años de prisión, 7 años de inhabilitación para conducir y educación vial".

"Además, abstenerse de consumir bebidas alcohólicas y estupefacientes y realizar tareas comunitarias. Al menos es algo, se demostró que fue totalmente por sus imprudencias", manifestó la mujer.

Hoy la familia espera que Matías Exequiel Córdoba pueda, al menos, "tener un poco de paz".