Eefje Spreuters criticó a la Iglesia Católica porque no le permite ser monja, pese a que toda su vida fue criada "muy religiosamente" y por eso decidió tomar esa "misión de vida" que todavía le es negada. 

Spreuters solicitó a diversas congregaciones religiosas su incorporación como monja a la institución. Sin embargo, todas las veces fue rechazada y ahora está dispuesta a llevar todo a juicio e incluso a ir al Vaticano para hablar con el Papa Francisco.

Para Eefje, su misión de vida "es servir a los demás desde la espiritualidad" y gracias al ferviente catolicismo de su madre, ella encontró en esa religión, la fe que necesitaba.

Más allá de las ganas de la mujer de ser recibida como monja, su abogado le explicó que para que sea aceptado su servicio, tendría que hacerlo como sacerdote y no como monja, situación a la que ella se rehúsa totalmente.

Por muchos años, Eefje vivía como un hombre pero nunca se sintió identificada con su sexo biológico por lo que comenzó una búsqueda espiritual que la llevó a encontrar su paz haciendo la transición de su cuerpo.

"Siempre me he sentido mujer y me criaron muy religiosamente, especialmente por mi madre. He querido ir al monasterio toda mi vida. Como hombre tuve una vida difícil, ahora quiero la paz", dijo.

Ahora ella asegura enfrentarse a discriminación por parte de la Iglesia Católica pues al hacer este cambio físico, es considerada como parte de colectivo LGBT.

Eefje no se detendrá en su sueño de pertenecer de manera oficial a la Iglesia, sobre todo después de enterarse de un sacerdote franciscano que cambió de género y le permitieron continuar con sus cargos.