No quiere amor eterno. Tampoco salud y hasta ahora, no pidió dinero. Lo único que quiere es poder comunicarse. Desbloqueame Yukli.  Así reza una pancarta que está colgada en pleno centro de Rosario y tiene un mensaje tan escueto como directo.

En tiempos de múltiples redes sociales, el usuario se quedó sin formas digitales de llegar a destino. Evidentemente no lo leen por Whatsapp, Twitter, Instagram ni Facebook. Tiene el candado puesto en todos lados y no tuvo mejor idea que recurrir al anacrónico, viejo, querido y (a veces) efectivo pasacalles.

El pedido que se lee en San Lorenzo y Roca despierta múltiples incógnitas. ¿Quien es Yukli? ¿Por qué decidió bloquear a la persona que escribió el mensaje? ¿Estará meditando levantar la pena? ¿Es una decisión definitiva? Otros también pensarán: ¿Era necesario pedirlo de esa manera?

El tiempo dirá cómo termina esta historia que ya se viralizó en las redes donde Yukli recibe consejos de todo tipo. Mientras algunos le piden que no desbloquee, otros le suplican que afloje. La respuesta está en sus manos.