En el marco del Plan de desarme voluntario, una mujer de Rosario entregó 14 armas que había heredado de un tío fallecido y que debían pasar por una compleja sucesión.

El programa, que se desarrolla de manera conjunta entre el gobierno de Santa Fe y la Agencia Nacional de Materiales Controlados (Anmac), busca recuperar de armas de fuego en manos de civiles a cambio de un incentivo económico.

"Uno de los primeros días, una mujer se acercó con 14 armas de fuego, dijo que eran de un tío suyo fallecido y que en el marco de la sucesión eso iba a ser un problema, a pesar de que las armas estaban legalmente registradas", contó a Télam Lautaro Sappietro, director de la Agencia Provincial de Prevención de Violencia con Armas de Fuego.

La mujer comentó en el puesto móvil de recepción de la ciudad que tenía hijos adolescentes y le daba miedo tener ese arsenal en su casa.

"En la sucesión iba a tener que hacer mucho papelerío para obtener el permiso de legítima usuaria, y de esta manera lo solucionó y se llevó unos cuantos pesos", dijo el funcionario santafesino.

El gobierno provincial informó la última semana que en el marco plan de desarme voluntario en Rosario se recibieron 358 armas, 89 partes de otros armamentos y 9.645 municiones durante el plazo en que la campaña estuvo operativa.