La variante ómicron del covid-19, detectada hace casi dos meses en Sudáfrica, generó un crecimiento exponencial de los contagios en todo el mundo. Durante la semana pasada se registraron 21,9 millones de nuevos infectados a nivel global, un 10% más que en la semana precedente (19,8 M), según los datos del sitio Worldometers, que recopila estadísticas sobre el coronavirus.

En la Argentina, en tanto, tras un pico de casi 140 mil positivos registrado hace 10 días, este domingo se reportaron casi 70 mil nuevos infectados, con una positividad que se mantiene por encima del 70%.

Sin embargo, a diferencia de sus predecesoras, la variante Ómicron generó menos hospitalizaciones y mantiene una letalidad baja si se la compara con la Delta, su predecesora.

Por esta razón, algunos países europeos comenzaron a plantear la posibilidad de convivir con el virus de otra manera, sugiriendo que la pandemia pronto podría pasar a ser una endemia.

La posibilidad de que el covid-19 pase a ser una enfermedad endémica ya es tema de debate.

España fue el primer país en pedir que el covid-19 sea tratado como una enfermedad endémica, como la gripe. El presidente español Pedro Sánchez afirmó que están trabajando en tratar al coronavirus como una enfermedad endémica por el hecho de que los síntomas suelen ser similares a la gripe y por la baja mortalidad actual.

Otro que planteó esta posibilidad fue Alain Berset, el ministro de Interior de Suiza, quien expresó que se podría estar en las vísperas de la transición de la fase pandémica a la endémica.

La vacunación permitió reducir considerablemente las muertes por covid-19.

Estas expresiones surgieron en consonancia con lo planteado desde la Organización Mundial de la Salud (OMS), desde donde se animaron a vaticinar que, tras el impacto de Ómicron, la pandemia entrará en una nueva fase y devendrá en una endemia.

"Es plausible que la región esté avanzando hacia una especie de final de pandemia", dijo el director del organismo para Europa, Hans Kluge, en una entrevista con la agencia AFP.

Diferentes especialistas del campo científico sostienen, por su parte, que es cuestión de tiempo hasta que la pandemia de covid-19 pase a ser una endemia, dos conceptos cuyas diferencias se exponen a continuación.

Diferencias entre pandemia y epidemia

En primer lugar, se habla de pandemia cuando un virus se expande a nivel global y a gran escala, generando una cantidad preocupante de contagios en diferentes países.

En este escenario confluyen tanto el esparcimiento de la enfermedad como la necesidad de colaboración internacional, para combinar recursos que permitan mitigar el impacto de un virus desconocido cuyas consecuencias no se pueden determinar con exactitud durante las primeras etapas.

Por otro lado, se denomina epidemia a la expansión de una enfermedad inusual en una región específica durante un tiempo determinado. Esto puede suceder cuando un virus muta y genera más contagios en la población de un lugar específico.

Una enfermedad pasa a ser definida como endémica cuando supera el número de contagios habituales de determinado virus.

¿Puede el covid-19 transformarse en una enfermedad endémica?

La teoría de que el coronavirus podría terminar convirtiéndose en una endemia ya había sido planteada por la OMS en enero del 2021.

Al hablar de endemia se hace alusión a una enfermedad que se presenta con regularidad en determinadas regiones en las que los habitantes conviven normalmente siendo conscientes de su existencia. Un ejemplo de esto es la influenza.

En un contexto endémico, además, el nivel de casos positivos se mantiene constante y sin sobresaltos importantes que generan picos de contagios, cosa que está ocurriendo actualmente.

Considerando esto, los especialistas sostienen que si bien el coronavirus no va a desaparecer, en cierto momento la población mundial pasará a convivir con él tal y como lo hace con otras enfermedades que existían anteriormente.