Transitar la pérdida de un ser querido es quizás el momento más doloroso para un ser humano, y ese dolor se eleva a la máxima potencia si ese ser querido es un hijo. Jorge y Ariadna son los padres Brian Emmanuel Albornoz, un joven que falleció en un siniestro laboral en junio de 2021 y que decidieron canalizar la angustia, la bronca y la profunda tristeza armando una fundación que lleva el nombre de su hijo y que se propone el objetivo de brindar oportunidades a jóvenes a quienes por diferentes circunstancias no se les suelen abrir puertas en la vida.

La ONG consiguió la personería jurídica en octubre de 2022 y está presidida por Ariadna Panno, la mamá de Brian Emmanuel. El primer objetivo que se trazaron fue firmar un convenio con la Escuela Técnica Nuestra Señora de la Guardia, donde el joven se recibió de Técnico Electromecánico, para aportar una cuota mensual en calidad de beca en su nombre, para que pueda ser aprovechada por algún alumno que de otra forma no podría acceder a ese estudio. 

“La idea es otorgar una beca anual para que alguien pueda estudiar por un año en esa escuela incluyendo inscripción y cuotas. El segundo objetivo es poder hacer convenios de pasantías con empresas”, contó su papá Jorge a Rosario3.

Con la Fundación ya ordenada administrativamente la tarea ahora es la de difusión, no sólo para darla a conocer sino también para que se reproduzca el mensaje y que la experiencia por la que ellos atravesaron pueda multiplicarse: “El fallecimiento de un hijo es una situación para la que nadie está preparado, queremos tratar de transmitir el mensaje de que con los recursos y herramientas que cualquiera pueda tener, se puede hacer algo que sirva para sacarse la bronca, el odio, el dolor, la angustia, o la injusticia”, expresó Jorge.

“Las sensaciones por supuesto que están. Decidimos tomar todo ese dolor y hacer algo que nos resulte positivo para poder seguir transitando este camino de la manera más digna posible”, reconoció.

Así, con la ONG buscan llegar a quienes puedan estar atravesando una situación de dolor como la que le tocó a ellos “y llevarles un mensaje de que entendemos ese dolor pero también decirles que hagan algo con eso, algo que les ayude a transitarlo y volcarlo en algo positivo”, explicó Jorge y ahondó: “Cada integrante de la Fundación tiene un pasado con Brian. Con él discutíamos mucho, yo vengo de un lugar humilde, cuando me casé y tuve hijos ni siquiera tenía una carrera y justamente porque me dieron una mano logré muchas cosas. Siempre hablábamos de eso, si yo no hubiera tenido la suerte de cruzarme con gente buena en el camino, terminaba mal como le pasa a muchos”.

“Tenés que tener el compromiso y la vocación de buscar tu futuro pero también la suerte y la oportunidad de que puedas acceder a formarte, tener un buen trabajo, o un oficio con el que te sientas realizado. De ahí sale nuestro principal motor: conectar las oportunidades con la gente y así cerramos el círculo virtuoso”, definió emocionado.