Con ráfagas de viento de casi 160 kilómetros por hora durante la madrugada y la mañana de este martes, la ciudad de Comodoro Rivadavia vivió horas de suma preocupación: voladuras de techos, estallidos de vidrios en edificios y locales comerciales; vuelcos de vehículos; suspensión total de clases, de actividad bancaria y de la administración pública y de vuelos en el aeropuerto de esta ciudad fue el escenario del caos.

El sur de Chubut se transformó en una “ciudad fantasma”, con una nube de polvillo y tierra sobre los principales barrios, que sufrieron prolongados cortes de luz y más de 2.000 reclamos acumulados en la Sociedad Cooperativa Popular Limitada (SCPL), prestadora del servicio.

Pese a que el fenómeno meteorológico afectó a la costa chubutense y norte de Santa Cruz, los mayores incidentes se registraron en esta ciudad, en donde se hizo honor a su denominación de “capital nacional del viento”.

La intensidad de las ráfagas se mantuvo hasta el mediodía, momento en que la alerta pasó a la categoría “naranja” y así se pudo reanudar la normalidad en parte de la rutina de Comodoro Rivadavia. Algo similar había sucedido en la previa de las elecciones del pasado domingo.

Los incidentes más graves se generaron en el aeropuerto, en donde la voladura de uno de los techos de la estructura edilicia provocó destrozos en los vehículos que permanecían estacionados, con abolladuras y lunetas destruidas.

A través de un comunicado, Aeropuertos Argentina 2000 informó que “la meteorología severa produjo que gran parte de la cubierta exterior del techo de la terminal se desprenda, al igual que en otras estructuras de los diferentes puntos de la ciudad. Se están evaluando las mejores opciones para retomar la actividad”.

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