¿Se aproxima un nuevo período de exámenes? En esta oportunidad, te proponemos 4 consejos para estudiar con más rapidez y agilizar el procedimiento de incorporación de nueva información.

1. Revisá distintas fuentes

La evidencia científica indica que retenemos más datos cuando los obtenemos de múltiples fuentes. Cuando nos enfrentamos a una nueva información, tendemos a vincularla con los factores “ambientales”, es decir, con cuestiones tales como el sitio donde nos encontramos o la música que estamos oyendo. Por lo tanto, si disponemos de más cuestiones con las cuales relacionar lo que hemos aprendido, lograremos activar nuestra memoria y recordarlo con más facilidad.

2. Probá el “método de loci” o “palacio mental”

Inspirada en la cultura griega, esta técnica metonímica propone ejercitar la memoria a partir de la vinculación entre la información que querés recordar y un espacio físico familiar, por ejemplo, tu casa. De esta forma, cada idea se asociará a una habitación o lugar (“loci” en latín) y, al recorrerlas, automáticamente recordarás la información que le corresponda.

3. Tomá descansos

Considerando que estudiar demasiadas horas no equivale a una mejor calificación, sino que pueden perjudicar tu rendimiento, será conveniente que dividas tu jornada de estudio en períodos de trabajo, de entre 1 y 3 horas, y descanso. De esta forma, sacarás el máximo provecho, evitarás malgastar tu tiempo tratando de concentrarte e iniciarás cada sesión mentalmente refrescado.

4. Desconectate de la tecnología

Si bien tu computadora puede resultar una herramienta de gran ayuda para buscar información, o incluso usarla para reemplazar el papel y el lápiz, deberás hacer lo posible para que no te distraiga del estudio. Lo mismo ocurre con tu celular: mientas que utilizarlo durante tus descansos es totalmente admisible, comprobar tus notificaciones cada 10 minutos definitivamente no lo es.