Guillermo Vilas está de festejo porque este martes 11 de septiembre se cumplieron 30 años de su conquista en el US Open, el mismo que fue ganado por el suizo Roger Federer el pasado domingo.
El gran Willy venció en el cotejo decisivo a Jimmy Connors, por 2-6, 6-3, 7-6 y 6-0, adjudicándose como irrisorio premio la suma de 30 mil dólares, una cifra que insólita si se la compara con los cheques millonarios que se reparten en la actualidad.
Un gran talento desde pequeño
Llegó a los courts por intermedio de su padre, en su Mar del Plata natal, cuando tenía solo cinco años. Su primera raqueta fue una "Sarina Children" que don Roque le regaló.
Durante los fines de semana, mientras los mayores jugaban en las canchas de polvo de ladrillo del Club Náutico Mar del Plata, Guillermo se quedaba largas horas peloteando en el frontón.
A los once años, comenzó a ser entrenado por el profesor Felipe Locicero, a quien don Roque le confió la carrera de su hijo. Las extensas jornadas de entrenamiento rindieron sus frutos en poco tiempo. En 1963, Guillermo ganó su primera medalla en el torneo interno del Club Naútico, siendo derrotado en la final.
Durante 1967, a raíz de los éxitos, comenzó a viajar a la Capital Federal, para entrenarse en el Buenos Aires Lawn Tennis y jugar certámenes Interclubes.
Ese mismo año participó en el tradicional Orange Bowl, donde se consagró en el dobles junto al estadounidense Jeff Austin. En 1968 volvió a disputar el mismo torneo, pero a diferencia del año anterior, en el que fue eliminado en octavos, se impuso en la final ante el mexicano Emilio Montaño por 6-4 y 6-3.
En 1969 repitió la conquista, derrotando al local Dick Stockton en el juego decisivo. A los dieciocho años, se convirtió en el número uno de Argentina. Estas logros, sumados a la incursión en el circuito internacional de mayores y el debut en la Copa Davis de 1970, le dieron un giro completo a su vida, puesto que dejó los estudios de abogacía para dedicarse al tenis.
En noviembre de 1969 debutó en el circuito internacional de mayores, disputando el Grand Prix de Buenos Aires (sobre polvo de ladrillo), superando al sudafricano Frew McMillan por 7-5, 6-1 y 6-2.
En 1972 disputó su primera final, cayendo en Cincinnati (polvo de ladrillo) ante Connors por 6-3 y 6-3. En 1973, se adjudicó el primer título de su carrera, derrotando en la definición de Buenos Aires (polvo de ladrillo), al sueco Björn Borg por 3-6, 6-7, 6-4, 6-6 y retiro por lesión.
Fuente: Télam