Los judíos de todo el mundo celebran por estos días Hanuka (que en hebreo significa "consagración"), festividad anual que se festeja durante ocho días consecutivos. Al igual que otros años, la celebración se enmarca en una tensa situación en Medio Oriente, pese a los continuos itnentos de paz.

Por su parte, el patriarca latino de Jerusalén, Michel Sabah, dedicó su tradicional mensaje de Navidad a la difícil situación que vive Tierra Santa y a la necesidad de abrir Belén al peregrinaje para que de ella emane el mismo mensaje de paz que nació allí hace dos milenios.

"Navidad llega este año a Belén en las mismas circunstancias de muerte y frustración (que años anteriores), con el muro y las barreras sobre la tierra y los corazones", dijo Sabah en su tradicional mensaje anual con motivo de la Navidad. Y agregó: "La Ocupación (con mayúscula) y la privación de la libertad, de un lado, el miedo y la inseguridad, del otro, continúan".

Sabah, máximo representante de la Iglesia Católica en Tierra Santa, leyó el mensaje navideño ante los medios de prensa en la sede del Patriarcado Latino de Jerusalén, cumpliendo una antigua tradición con la que suele exponer los puntos de vista de la Iglesia en el conflicto palestino-israelí. En su mensaje, el religioso palestino fue mucho menos polémico que en años anteriores, y también más reconciliador.

"Cada uno, también los soldados y los jefes políticos, tienen un potencial de amor, de salvación y de vida -dijo-, pero para eso, hay una conversión a realizar, de la muerte a la vida, de la visión del otro como enemigo y homicida para verlo como hermano y dador de vida", sostuvo.

Y exhortó a los líderes de la región a que "escuchen la voz de los oprimidos en esta Tierra Santa, la voz de aquellos que han muerto, las de aquellos que aún están amenazados por la muerte y la humillación, y las de aquellos en los que creen que pueden imponer muerte y humillación para garantizar la seguridad de la otra parte".

A la comunidad internacional, pidió no permanecer "impotente" y encontrar la "senda de la paz y la justicia", porque el miedo del futuro se extiende a toda la región. "Irak, Líbano, Siria, Egipto, Jordania; todos se juegan el futuro, y en ese contexto, el terrorismo mundial encuentra alimento abundante entre las llagas abiertas", subrayó.