Una investigación intenta derriba un viejo mito, todavía vigente, que afirma que mantener relaciones sexuales en el último mes del embarazo puede inducir el comienzo del trabajo de parto. El trabajo e investigación se publicó en la revista científica Obstetrics y Gynecology y fue reproducido en la web www.saludyciencias.com.ar. El trabajo fue realizado por Jonathan Schaffir, profesional del Departamento de Obstetricia y Ginecología del Ohio State University College of Medicine, en los Estados Unidos. El estudio se hizo sobre 93 mujeres con embarazos en término (entre 39 y 40 semanas) y de bajo riesgo. Y se demostró que la edad gestacional del bebé, al momento del parto, era en realidad mayor entre las madres que se hallaban activas sexualmente a término que las que no lo estaban. Por otra parte, la puntuación de Bishop de las mujeres a término en las visitas prenatales no difirió entre los dos grupos, lo que es un indicio de que las prostaglandinas presentes en el semen no ayudaron a que el cuello uterino “madurara” para el parto. En palabras de Schaffir: “Las pacientes podrían seguir escuchando de sus parientes y de otras “mujeres mayores” que las relaciones sexuales apurarán el trabajo de parto. Pero la comunidad médica debería desacreditar ese mito”.