Para establecer un parámetro, José puede permanecer debajo del agua reteniendo la respiración mientras suenan dos temas musicales completos. O puede descender una cuadra completa hacia las profundidades marinas. José Enjuto es el crédito rosarino en la pujante disciplina extrema de la apnea, que básicamente consiste en aguantar el máximo tiempo posible sumergido sin ningún tipo de asistencia respiratoria.
Las mejores marcas de este buzo rosarino de 50 años son 6 minutos y 40 segundos en apnea estática (en piscina), 30 metros de profundidad en apnea dinámica sin aleta, y 107,7 metros de descenso en apnea con aleta. Los dos últimos registros los logró en el mar de Puerto Madryn.
“Comencé a hacer buceo en el servicio militar, en Santo Tomé, y de ahí me quedó el gusto por las actividades subacuáticas”, indicó José a Rosario3.com. El deportista rosarino necesita oficializar su marca de 6:40 minutos, que sería récord nacional, ya que la alcanzó en un entrenamiento. La competencia internacional de este sábado 3 y domingo 4 de mayo, asoma como la oportunidad ideal para su propósito.
La apnea es un deporte extremo por donde se lo mire, y la explicación que dio José respecto del entrenamiento lo describe: “El entrenamiento semanal es en piscina y también fuera de la piscina, porque también se puede entrenar en seco. La dificultad es que siempre hay que entrenar con personal médico y de seguridad acuática, porque se llega a condiciones extremas en las que se pueden producir desmayos”, contó. Y agregó que “hubo gente que murió haciendo esta actividad”.
La pileta del Club Atlético Provincial será escenario, este sábado y domingo desde las 10 de la mañana, de la 2ª fecha de la Competencia Internacional de Apnea Estática y Dinámica. Este año, la Federación Argntina de Actividades Subacuáticas (FAA) armó un calendario con una competencia en el mar (Puerto Madryn) y tres en piscinas (también Madryn, Rosario y Alta Gracia).
Hombres peces
La apnea tiene sus orígenes en la peligrosa pesca submarina que practicaban pueblos originarios de Japón, Indonesia, Filipinas, Colombia y Venezuela para sobrevivir. Hasta la década de los 60, lo smédicos recomendaban no descender más allá de los 30 metros de profundidad en el mar, porque consideraban que allí estaba el límite que el físico podía soportar antes de entrar en crisis. En la actualidad, el récord le pertence al croata Goran Colak, que bajó 281 metros en junio del año pasado.
El máximo registro en apnea estática en piscina es del alemán Tom Sietas, quien se mantuvo sumergido y sin respirar durante 22 minutos y 22 segundos, el año pasado en China. De sólo pensarlo, da escalofríos.
Para practicar la apnea no solamente se necesita ejercitar el físico, también es preciso preparar la mente para el desafío extremo. La concentración y la relajación total son vitales.
Uno de los principales riesgos de la práctica de la apnea se presenta durante el ascenso de los practicantes desde las profundidades marinas, lo que produce una expansión de los pulmones a su volumen natural. Esto puede producir una hipoxia, que en algunos casos puede llevar a la pérdida total o parcial de la conciencia. En la especialidad estática, los mayores peligros son los ahogamientos por desmayos al impedir durante mucho tiempo la entrada de oxígeno.

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