El presidente de la cámara de Diputados, Emilio Monzó, colocó en su escritorio dos fibrones, uno de color verde y otro celeste. Antes, había ubicado un crucifijo y una medalla.

En medio del encendido debate que se desarrolla en el Congreso por la despenalización del aborto, el final se define uno o dos votos, con un diputado que se mantiene como indeciso. Monzó, el hombre que podría dar la última palabra en caso de empate, llevó ayer a su escritorio una cruz y una medalla de la Virgen.

Ambos símbolos de la religión católica, fueron tomadas al inicio de la sesión. Hoy trascendió en La Nación, que añadió los resaltadores de los colores que simbolizan, por un lado, la adhesión al proyecto en el caso del verde, y por otro, el celeste que representa la oposición a la despenalización. ¿Qué quiere expresar el legislador?