La violencia en Irak no se detiene. Al menos 30 personas murieron hoy en diversos ataques de insurgentes contra fuerzas iraquíes y norteamericanas en el norte del país. Mientras tanto, las fuerzas de seguridad continúan con sus operaciones en el sur de Bagdad.

Un coche bomba conducido por un suicida estalló junto a un grupo de policías en un poblado cercano a Tikrit y dejó al menos 30 muertos y 50 heridos, informaron las autoridades.

La explosión ocurrió mientras los policías se formaban para pasar lista, frente a las puertas del cuartel de Dawr, unos 20 kilómetros al sureste de Tikrit, la ciudad donde se crió Saddam Hussein, dijo el capitán policial Abdel Samad Mohamed.

El dinamitero conducía una furgoneta repleta de explosivos, cubiertos de heno, y avanzó directamente hacia la multitud, que al parecer no estaba protegida por barrera alguna, informó la policía.