La advertencia comenzó a circular por internet en 2010 y apuntaba a la presencia –en bazares y góndolas de supermercados y puestos callejeros– de termos de acero inoxidable irrompibles y de bajo costo, pero perjudiciales para salud. Insisten en la necesidad de tomar precauciones para evitar riesgos.

Comenzó la primavera y como siempre sucede en esta época del año, aumenta la demanda de artículos de camping para disfrutar al aire libre. Los termos materos son uno de ellos y se los puede encontrar en variados modelos, colores y precios.

Los compradores buscan la mejor calidad (que el termo mantenga caliente el agua durante mucho tiempo y no se rompa) al menor precio posible, y esto puede llevarlos a adquirir los clásicos termos de acero inoxidable que en algunos comercios se consiguen a precios extremadamente económicos. Ante esas ofertas, recomiendan tener cuidado, ya que se trata de productos prohibidos por la legislación nacional, procedentes en su mayoría de China.

En julio de 2011, la AFIP destruyó 4.300 termos secuestrados e informó que habían sido fabricados con aceros no aptos para contacto con alimentos y presentaban, además, impurezas en su composición (cobre, plomo, mercurio antimonio y arsénico, entre otros).

“Dado que el acero utilizado en esos termos de uso prohibido en el país, es poroso, las partículas químicas migran al contenido del envase y terminan siendo consumidas por el usuario”, explicó el titular de la Cámara de Fabricantes de Vidrio, Carlos Bender, y agregó que según la normativa vigente, estas partículas no pueden superar el 1 por ciento de la composición total del acero. En los termos de origen asiático esos metales tóxicos superan el 3 por ciento de esa composición. Por esa razón –aclaró– ese acero es 15 veces más barato que el legal”.

Los comerciantes que se niegan a vender ese tipo de productos afirman que “como el material con el que están fabricados es poco resistente a la corrosión que produce el agua caliente, con el uso habitual a largo plazo, empiezan a transmitirse impurezas al líquido que contiene el termo, que originan afecciones orgánicas en las personas que los utilizan.

“Estos termos de acero tan económicos están prohibidos en el país, pero siguen vendiéndose de forma clandestina en algunos negocios y puestos callejeros, y la gente compra por su bajo precio, sin tener en cuenta el riesgo que significa”, dijo a Rosario3.com, un comerciante de productos de camping de la ciudad.

Según datos aportados por vendedores del rubro, en el país se venden 6 millones de termos legales por año, y apenas dos empresas fabrican los que cumplen las normas vigentes. En tanto, los toxicólogos aseguran que los productos que no se ajustan a la normativa provocan “hipertensión, falta de fuerza muscular, parálisis, impotencia sexual y disfunción renal”, entre otras patologías.

“El precio es el mejor indicador para que el comprador sepa si se trata de un producto legal o no”, destacan los comerciantes. “Un termo de acero de un litro con manija y bandolera cuesta $273; el que tiene sólo bandolera, 253 y el de medio litro ronda los $187”. En consecuencia, si el comprador se encuentra con termos de esas capacidades a $30 o $40, debe saber que se trata de un producto ilegal y que corre riesgo si los usa”, aseguran los vendedores.