Los últimos resultados de pruebas de choque publicados por Latin NCAP –un programa de la Federación Internacional del Automóvil– revelan que los niveles de seguridad de algunos de los vehículos más populares en la región aún se encuentran 20 años atrasados respecto a los países industrializados. En diálogo con el programa A diario de Radio 2 el director del programa, el uruguayo Alejandro Furas, dijo que el problema no pasa solo por el equipamiento –como falta de airbags– sino también por la falta de resistencia de los habitáculos frente a un choque.

Los coches que peor desempeño evidenciaron entre las últimas pruebas realizadas fueron el Sandero de Renault y el JAC J3, que sólo se comercializa en Brasil.

Anteriormente, otros que recibieron una sola estrella en el rubro seguridad son: el Peugeot 207 Compact 5 puertas 1.4, Gol Trend 1.6, Palio ELX 1.4 (modelo viejo), Chevrolet Corsa Classic y Novo Uno.

Lo curioso es que las mismas automotrices demostraron capacidad de dar seguridad suficiente en otros modelos, como el Renault Fluence o el Volkswagen Polo hatchback, que recibieron cuatro estrellas, la misma calificación que el Ford New Fiesta KD, el Honda City y el Toyota Etios hatchback.

Para Furas la falta de airbags es un problema, pero fácil de solucionar, pues sólo se requiere mayor equipamiento. “Pero hay otras cosas más serias, como estructuras no estables”, enfatizó.

Lo que se determinó en algunas pruebas es que, ante un choque, el habitáculo se desfiguraba de tal forma que el volante y otros elementos terminaban aplastando al conductor. Y apuntó particularmente al Sandero.

Es más, dijo que el modelo original europeo no presenta el mismo problema, algo que pasa también en otras marcas.

Furas reclamó que los gobiernos de la región sean más firmes en las exigencias de seguridad a las automotrices e invitó a consultar la página de Latin NCAP para ver la seguridad que ofrece cada auto.