Netflix es –a la fecha– el servicio legal de series y películas por internet más popular, tanto a nivel global como en América Latina. Sin embargo, hay vida más allá del gigante nacido en Los Gatos, California.

Para más datos, en el último trimestre del último año, el proveedor de contenidos en streaming Netflix superó los cinco millones de clientes en la región, de un total de 18,3 millones de suscriptores nuevos a nivel mundial.

Un informe elaborado por BBC Mundo destaca cuatro alternativas, tanto gratuitas como pagas para hacer lo mismo: disfrutar de contenidos en línea.

Qubit es la primera de ellas. Se trata de una empresa argentina creada en 2010. El objetivo de su fundador, Mariano Primavera, era "alcanzar una parte de la población a la que empresas como Netflix no llegan".

Según Primavera, lo que impide que muchos ciudadanos puedan acceder a estos servicios es la forma de pago: las tarjetas de crédito.

Así que llegó a acuerdos con varias operadoras de internet de distintos países para que incluyeran su costo en la factura telefónica. Aunque también se puede pagar con tarjeta de crédito.

El plan mensual con acceso a mil películas cuesta unos seis dólares.

Qubit ofrece su servicio en Argentina, Colombia, Paraguay y Uruguay, y tiene más de un millón de clientes.

Crackle México

Opción dos: Crackle

La segunda recomendación de la lista es Crackle, la plataforma de televisión por internet de Sony Pictures Television.

Nació en 2011 en Estados Unidos, y en abril de 2012 anunció el lanzamiento oficial de sus servicios en 18 países de habla hispana: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

El servicio, también operativo en el Reino Unido, Canadá y Australia, es gratuito, pero quienes opten por usarlo tendrán que ver anuncios.

Su catálogo es más limitado que el de otras plataformas, ya que cuenta con algo menos de 400 películas, incluyendo contenido de los estudios Columbia Pictures, TriStar Pictures, Screen Gems, Sony Pictures Classics y otros, además de episodios completos de series de televisión.

Opción tres: Mubi

En febrero del 2007, Efe Cakarel, que por entonces trabajaba para la banca de inversión Goldman Sach, fundó Mubi.com, una plataforma en línea para cinéfilos que permite la reproducción de películas, con sede en Palo Alto, California.

Fue concebida como un sitio similar a Netflix y bajo un modelo de suscripción para acceder a su catálogo.

A los seis años había logrado siete millones de usuarios tras expandirse a once países y establecer oficinas en Londres y Estambul. Y,desde febrero del último año, opera en México.

El lanzamiento llegó de la mano de Canana, una productora de cine dirigida por los actores Gael García Bernal y Diego Luna.

La suscripción mensual cuesta 7,8 dólares.

Cuevana
Cuevana, un viejo conocido

La compañía argentina Cuevana fue durante mucho tiempo el principal competidor de Netflix en la región.

Desde que fue creada en 2009, el sitio web que permite bajar películas y series de televisión subtituladas en español de forma gratuita creció exponencialmente hasta convertirse en uno de los portales más populares de América Latina.

En su mejor momento llegó a tener dos millones de usuarios únicos diarios, una cuarta parte de ellos argentinos, y el resto de México, Chile, Colombia, España, Estados Unidos, etc.

Pero más allá de su crecimiento aparentemente imparable, muchos cuestionaban la legalidad de la página.

El 22 de noviembre de 2011, HBO Latinoamérica inició una causa penal en la que demanda a Cuevana y a uno de sus fundadores Tomás Escobar por presunta violación de la ley de propiedad intelectual.

Pero el 6 de febrero 2013 la Cámara Federal porteña consideró "excesivamente amplio y desproporcionado" lo que pedía HBO: impedir el ingreso al sitio web en el marco de una causa por infracción de leyes de derechos de autor.

Aun así, le afectó que el 19 de enero de 2012 el FBI cerrara el servicio de alojamiento de archivos Megaupload.

Y es que el contenido de Cuevana no estaba alojado en su propia página, sino que venía enlazado por Megaupload y su inmensa videoteca. Y si bien esta no constituía la única fuente de contenido para Cuevana, sí era la principal.

A pesar de que algunos la siguen tildando de "pirata", la compañía sigue en activo y lanzó en marzo de este año Storm, una aplicación para poder acceder al contenido sin tener que descargar el archivo, y está disponible para Windows y Mac.