Se esperaba para principios de semana, cuando el calor convirtió la primavera en un verano atípico e insoportable. Después hubo alterta meteorológico para el martes y miércoles. Pero no. Bajó la temperatura como por arte de magia, y no hubo tormenta. Hasta esta madrugada, cuando la lluvia sorprendió a los rosarinos, algunos de los cuales salieron presuroso a descolgar la ropa, mientras que otros pefirieron seguir durmiendo y que fuera lo que la naturleza quisiera.

La naturaleza, cada vez más caprichosa quiso lluvia y quiso truenos. Y el pronóstico sostiene que el mal tiempo continuará todo el fin de semana. ¿Habrá clásico Central-Newell´s bajo el agua? Los eternos cabuleros ya empiezan a buscar en la historia qué pasó cuando se enfrentaron con lluvia. Pero a no preocuparse, canallas, leprosos y, por qué no, también los de los otros equipos y los desinteresados del fútbol: siempre que llovió paró.