Daniel Enrique Navas Méndez, el ciudadano venezolano que vivía en Rosario y que su familia buscaba desde pasado sábado, apareció asno y salvo este jueves en Buenos Aires.

El hombre, de 35 años, fue asistido y quedó alojado en la embajada de su país natal en Capital Federal. No se conocían los motivos de su desaparición, que había cobrado estado público esta semana y que motivó el viaje de su madre desde Venezuela.

La Policía había difundido una foto de Navas e informó que se trataba de “un hombre de contextura física delgada, hombros anchos, cadera angosta, mide 1,74 de altura, cutis blanco, pelado, tiene cejas gruesas y ojos marrones”.

Familiares y amigos contaron al programa Telenoche (El Tres), en medio de su desesperación, que Daniel se radicó en Rosario hace tres años. Es estudiante de Filosofía y daba clases de Tai Chi.

En los últimos días se había radicado en una pensión luego de separarse de su pareja y la semana pasada, tras una discusión, quedó detenido algunas horas en la comisaría 10ª.

La última vez que lo vieron fue el viernes 6 de junio y luego no volvió a la pensión ni supieron más datos de él hasta ahora, aunque no se difundió por qué y en qué circunstancias se trasladó a Buenos Aires.