La abogada de Marcela Díaz, la hermana de Tubi Segovia, quien fue asesinada el domingo a la noche, aseguró que la mujer estaba amenazada de muerte y contó que su hijo había sido atacado al punto de quedar en sillas de ruedas. Aunque evitó ahondar en los posibles motivos de su homicidio, consideró que “se la agarraron con ella por ser la hermana de”.

En contacto con el programa Radiópolis (Radio 2), Romina Bedetti, informó sobre la víctima que fue acribillada cuando iba en moto junto a su pareja: “El 30 de diciembre pasado le dispararon y le dijeron que si no se iba la iban a matar después de las fiestas. Se desconocen las motivaciones. Su hijo de 18 años sufrió un ataque también y tiene una secuela: está ahora en silla de ruedas”, observó.

De acuerdo a lo que sostuvo, tras estos hechos radicaron una denuncia judicial. “Ella aportó los datos de las personas que la amenazaron el 3 de enero pasado, también fuimos a Asuntos Internos y también presentamos un hábeas corpus porque la Policía la molestaba sin motivo alguno porque ella no tenía causas ni pedidos, pero no se investigaron las denuncias que realizamos, nunca se tomó ningún recaudo”. Luego, el 14 de enero “ocurrió esta desgracia”.

Bedetti aseguró que presentó ante la Justicia la información que tiene disponible y en relación a la muerte de Díaz, advirtió: “Estamos desconcertados por el ensañamiento, no se entiende por qué se la agarraron con Marcela porque ella era una persona trabajadora con una vida ordenada”.

Marcela había deicidio mudarse ante las amenazas recibidas. De acuerdo a lo que comentó la abogada a los periodistas Evelin Machain y Pablo Montenegro, el domingo había regresado al barrio para buscar ropa cuando fue acribillada desde un auto. “Alguien la estaba siguiendo –alertó–se la agarraron con ella por se la hermana de “, observó.

Consultada sobre la posible participación en el crimen de Alan Funes, prefirió no expedirse teniendo en cuenta que hay una investigación judicial. Aportó, en tanto, que para el compañero de Marcela que fue resultó herido en el ataque, exigieron custodia: “No queremos que lo terminen matando por ser testigo presencial del hecho”, planteó.