Un estudio sobre adultos mayores estadounidense con síndrome de fatiga crónica (SFC) revela un aumento de los casos de linfoma no Hodgkin.

"Existe un mecanismo biológico potencial que explicaría la relación", dijo el autor principal, doctor Eric A. Engels, del Instituto Nacional del Cáncer, en Bethesda, Maryland. "Hubo algunas asociaciones con otros cánceres, pero esos resultados no fueron tan sólidos", agregó.

El equipo de Engels utilizó la base de datos del instituto llamada Vigilancia, Epidemiología y Resultados (SEER). El estudio incluyó a 1,2 millones de casos de cáncer diagnosticados entre 1992 y el 2005 y a más 100.000 "controles" que residen en las áreas de SEER.

El 0,5 por ciento de los pacientes con cáncer y el 0,5 por ciento del grupo de control tenían SFC. La relación entre el riesgo de desarrollar linfoma no Hodgkin (LNH) y SFC fue estadísticamente significativa.

Dos subtipos de LNH, el linfoma difuso de célula B grande y el linfoma de la zona marginal, también estuvieron significativamente asociados con el SFC.

Los otros cánceres asociados con el SFC fueron los de páncreas, riñón, mama, cavidad oral y faringe. De todos modos, estas asociaciones no siguieron siendo significativas tras realizar múltiples comparaciones.

Para Engels, la relación entre el LNH y el SFC es biológicamente viable porque el síndrome es más común en las personas con alteraciones inmunológicas.

"Contarían con un sistema inmune crónicamente hiperreactivo; no podrían contrarrestar las infecciones normalmente. Es posible que, en el tiempo, esas alteraciones provoquen linfomas", expresó.

El experto recomendó también que los pacientes con SFC no se preocupen por estos resultados.

"El riesgo no es tan alto como para colocar a las personas con fatiga crónica en otra categoría clínica. Lo mejor, probablemente, sea tranquilizarlos: decirles que el riesgo no es alarmantemente alto y que no necesitan recibir atención o realizarse pesquisas especiales", finalizó.

Fuente: Health Day