Tras la denuncia que un grupo de padres realizó esta mañana en Tribunales por los abusos que habrían sufrido sus hijos en la comisaría 11ª, el secretario de Derechos Humanos de la provincia Alfredo Vivono aseguró que las versiones de las supuestas víctimas son "muy creíbles y coincidentes entre sí". Además, señaló que los policías involucrados deberían declarar en la Justicia y confirmó ya que realizó una presentación para que la Dirección de Asuntos Internos de la Policía provincial inicie una investigación por violación a los derechos humanos. Por su parte, el gobernador Jorge Obeid prometió: "Si llegó a existir algún hecho de este tipo, vamos a pasar la escoba todo lo que haya que pasarla y por donde haya que pasarla". Según el testimonio de los jóvenes denunciantes de Villa Gobernador Gálvez, el personal policial de la comisaría intentó violar a una de las menores y el resto sufrió todo tipo de golpes y amenazas de los agentes. "De acá no salen más", contó Gisela, de 15 años, que le dijo un policía cuando pedía llamar a sus padres. Al mismo tiempo, padecía golpes y era desvestida por completo. "Me repetían que era una puta, me arrodillaron, me agarraron de los pelos y me hicieron caminar desnuda hasta el calabozo", denunció. Pero no fue lo peor: "Me manosearon, quisieron violarme y me metieron una cachiporra en el culo", dijo antes de quebrar en llanto ante el móvil de Radio 2. Según relató, la salvó de su situación una mujer policía que frenó a su colega varón que la atacaba y, a partir de entonces, se encargó de la joven. Los jóvenes contaron que viajaban en un colectivo de la línea 142 rumbo a Villa Gobernador Gálvez cuando un auto con personas que conducían en estado de ebriedad y escuchando música a alto volumen se puso a la par del coche. A partir, de ahí a bordo del transporte urbano de pasajeros subió un chico que provenía de ese vehículo y con un arma amenazó a todos los pasajeros para que paguen nuevamente el boleto. Ante la negativa del grupo de jóvenes de volver a abonar el pasaje se desató una pelea que terminó con todos en la seccional 11ª. El hecho ocurrió el domingo a la noche en la zona de Lituania y avenida del Rosario, en el sur de la ciudad. La policía se había apurado ayer a difundir su versión de lo que allí pasó: que un agente terminó herido por un botellazo en la cabeza, al intentar separar el enfrentamiento de dos patotas a bordo de un colectivo de la línea 142. Según el informe de la fuerza, el oficial también se quedó sin su pistola reglamentaria, que le fue sustraída por uno de los grupos en pugna. El relato oficial terminaba con los 21 integrantes de la patota –15 muchachos y 6 chicas– detenidos. Como contracara a esa versión los jóvenes declararon esta mañana en la puerta de Tribunales para contar la represión ilegal que según ellos sufrieron al interior de la comisaría. Y este martes a la tarde, tanto el gobernador Jorge Obeid, como el secretario Vivono señalaron que se iniciarían investigaciones por el caso.